En estos días he estado compartiendo en mi perfil de Facebook alguna información relevante acerca del estado de las finanzas del país y los posibles cursos de acción. Pues bueno, 11 de cada 10 economistas concuerdan en que en este momento necesitamos urgentemente un impuesto al valor agregado (IVA), que siendo un impuesto regresivo –afecta a la mayor proporción de los ciudadanos con menores ingresos- es una de las pocas medicinas que va a generar ingresos frescos e inmediatos, que vendrían a mitigar la precaria situación en que nos encontramos y a evitar que el problema se haga más grande.
Las reacciones de mis contactos han ido desde el apoyo a la resignación pasando por la protesta. He visto mensajes que llegan con galón de gasolina y fosforo ardiendo, bueno pues yo la verdad les doy la razón a los últimos, porque a nadie le gusta que le “quiten” su platita que tanto cuesta ganarse.
De mi parte, estando claro de la situación en la que estamos como país me podría encasillar en el grupo de los resignados. Entonces ¡el IVA va! No hay de otra, todo lo demás es negar la realidad y yo ya superé la etapa de negación y voy directo a la resignación, pero antes de caer en la aceptación me pregunté ¿Qué significa el IVA para mí y mi familia?
Entonces lo invito a acompañarme en este ejercicio. Lo primero que vamos a necesitar es un registro de sus gastos (mejor si lo hace a nivel de toda la familia) si no lo tiene le sugiero que lo empiece a llevar y lo analice con ojos bien estrictos, siempre viene bien un poco de disciplina financiera.
En mi caso nosotros todo lo compramos con tarjeta de crédito, entonces seguir los gastos es súper sencillo, el 95% están en nuestros estados de cuenta, para mi ejercicio voy a usar 6 meses, no quiere decir que no se pueda hacer con menos o más tiempo, pero me pareció un periodo prudencial, pero usted puede escojer el suyo.
Lo segundo que hay que entender es que el IVA nos va a golpear de diferentes formas a cada uno ¿Por qué? Pues porque todos tenemos perfiles de consumo diferentes, entonces nuestro consumo de bienes y servicios varía y la composición del mismo es la que va a determinar si el impacto es mayor o menor en cada caso.
Lo tercero que ocupamos es “el ERP más usado en el mundo”, o sea el Excel, en este link podrá encontrar una plantilla que le será de utilidad si quiere replicar el ejercicio, sino igual puede continuar hasta ver los resultados del mío (todos los campos resaltados en verde son los valores a modificar).
Según el proyecto de ley que está en corriente legislativa existirán dos tipos servicios, vamos a decir aquellos a los que se les aplica una tasa común de impuesto (más alta) y los que tendrán una tasa digamos preferencial (más baja) a saber servicios de salud y educación.
Entonces manos a la obra, lo primero es transcribir sus gastos del periodo que haya elegido, luego de eso hay que clasificarlos en alguna de las siguientes categorías:
- Bienes y Servicios ya gravados por el impuesto de ventas.
- Servicios que serán gravados con IVA común.
- Servicios que serán gravados con IVA preferencial.
Los de la primera categoría solo se verán afectados si se aprueba un IVA superior al 13% que es el Impuesto General de Ventas hoy en día (en el libro de Excel se pueden modificar las tasas de impuesto para ver el efecto), al segundo grupo se le aplicará la tasa completa y al tercero la preferencial. Es importante agregar que este ejercicio es referencial y no necesariamente exacto, pues hoy en día existen productos exentos de impuesto que por ejemplo en su factura del super vienen mezclados con otros gravados, pero no vamos a bajar a ese nivel, y dado que nuestra misión es darnos una idea de lo que nos podría impactar un posible IVA, vamos a obviar esas imprecisiones. El otro supuesto es que Usted no se encuentra en los primeros tres deciles de personas con menores ingresos (con ingreso familiar total menor a 330.000 colones mensuales), de modo que no es sujeto a la devolución del impuesto.
Ante la duda de ¿si aplica o no el IVA a un gasto? Mejo aplíqueselo, de todos modos es solo una proyección y es mejor un escenario pesimista.
¿Y cómo me fue a mí?
Lo primero valioso del ejercicio fue que detecté algunos “vampiros” que se estaban chupando mi presupuesto mes a mes y poco a poco, la tarea con esto es -a lo Van Helsing- no hay que dejar ninguno vivo, que un dolarito por aquí, otro por allá, tres mil coloncitos, al final en un año suman una cantidad importante. Luego detecté otras cosas sin las que podría vivir (como la televisión por cable, por ejemplo) y de ahí saque otra buchaquita, pero al final eso queda de tarea y es un efecto colateral del ejercicio.
Volviendo al cálculo del impacto del IVA, al final, me fue mejor de lo que esperaba, básicamente entre los “vampiros” y las cosas innecesarias podría recortar un 3,6% de los gastos familiares, y con nuestro perfil de consumo, parece que el IVA no sería tan relevante.
Con un IVA del 15% tengo un incremento por impuestos en mis gastos familiares de 2,97% mientras que si el IVA fuera del 13% el impacto en mis gastos sería de 1,38%.
Muy de mi agrado resultó la tasa de 4% preferencial en gastos de salud y educación, pues la verdad si salvan el pellejo, si no existiera la tasa diferenciada con un IVA de 15% para todo servicio mis gastos aumentarían en 6,7%.
Lo invito a hacer el ejercicio, para nosotros parece que el IVA no es el fin del mundo, si calcula su impacto nos podría compartir de vuelta algunos datos para hacer una estimación del impacto más representativa, sería genial tener de su parte: cuantos meses de historia uso, que tasa de IVA, y en qué porcentaje aumentarían sus gastos.
Espero le sirva el ejercicio y a seguir adelante por el bien propio y el del país.
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