Las organizaciones, además, reclaman “completo abandono” en el resto de las estaciones.

Vecinos y varias organizaciones ambientales de la zona de la Península de Osa, en el sur de nuestro país, están preocupados por la decisión del Área de Conservación de Osa (ACOSA) de duplicar los accesos diarios a la Estación Sirena del Parque Nacional Corcovado.

Las organizaciones, además, reclaman descuido en el resto de las estaciones y señalan que Los Patos y La Leona están “en completo abandono”, un problema que además de afectación turística, también se traduce en aumento de la orería, la cacería y el uso de la zona como paso para el trasiego de drogas, según denuncia la comunidad.

La medida de ampliación en Sirena tiene ya algunos meses funcionando pero es en las últimas semanas de temporada alta donde su impacto se ha visto más claramente.

Ese impacto se ve reflejado en aglomeraciones de turistas en la entrada del parque, con filas de casi una hora para reportarse al ingresar; en el acceso limitado de agua en la estación Sirena; en reportes de enfermedades causadas por descuidos en la salud del visitante; y en observaciones masivas de más de 50 personas a especies vulnerables como las dantas.

Además, se han registrado grupos de visitantes de hasta 15 personas con un solo guía, lo cual afecta la calidad del servicio y "un sentir de masificación de parte de los visitantes quienes pensaban que el destino se manejaba de una manera más sostenible".

Según señala la resolución SINAC-ACOSA-D-R-0048-2023 de agosto 2023, de la que este medio tiene copia, la visitación máxima diaria a esta zona del parque pasó de 120 personas a 240, distribuidas en dos turnos con las franjas horarias de 7 y 10 de la mañana.

La medida se tomó, según señala el documento, debido a que "el Parque Nacional Corcovado, es un área silvestre protegida reconocida en nuestro país y en el mundo gracias a su intensidad biológica lo que la convierte en un  sitio especial para la atracción del turismo. Es por esto por lo que presenta una alta  demanda de visitantes que buscan ingresar a este sitio para conocer su intensa  biodiversidad".

El aumento fue confirmado por la directora del Área de Conservación Osa, Paula Mena Corea a Delfino.cr, mediante el documento SINAC-ACOSA-D-0154-2024, fechado el 19 de marzo y en el que se señala que la medida de aumentar se tomó tras una serie de talleres realizados con los grupos de interés del parque (que sin embargo y según la comunidad, no incluyó a expertos, instituciones públicas o investigadores) en los que se estableció en qué sectores se podía realizar el aumento.

Según el oficio:

El Parque Nacional Corcovado tiene un Plan General de Manejo (PGM) aprobado por el CORAC (Consejo Regional de Área de Conservación) y se espera de ser oficializado por CONAC (Consejo Nacional Áreas de Conservación). Este PGM establece zonificaciones que van desde bajo impacto a alto impacto. Estas zonificaciones se establecieron en los  talleres que se llevaron a cabo con grupos de interés del PNC, en el caso específico que  nos ocupa se invitó a representantes del sector turismo de la zona. Según el PGM estableció una zonificación de alto impacto en la Estación Sirena, los usos establecidos que en la actualidad se brindan en la Estación Biológica Sirena, responden a  la gestión que se hace del ASP mediante documentos técnicos y que responde a las  acciones de manejo establecidas en el PGM".

A su vez, el oficio agrega que:

Con relación a la consulta del aumento de visitación en la Estación Biológica Sirena, le informamos que esta se debe a condiciones actuales de infraestructura las cuales actualmente permiten albergar la cantidad de personas que en la actualidad se permiten, en estrecha relación con los documentos técnicos de Actividades No Esenciales aprobados  por el Comité Técnico del Área de Conservación y la gestión planificada del ASP".

Sin estudios técnicos y el riesgo de convertirse en un "destino masificado"

Sin embargo, y a pesar de las razones del Área de Conservación, hay sectores de la comunidad que levantan la voz señalando que no hay ningún fundamento técnico ambiental que justifique el aumento del aforo, además de que no hay estudios sobre el área protegida que demuestren el impacto que esta tiene en la capacidad de carga.

Esos estudios técnicos han sido solicitados en múltiples ocasiones a ACOSA pero, señalan las organizaciones, no han recibido respuesta.

Según señala un oficio enviado por Carlos Eduardo Castro Rojas, representante legal de la empresa Ecoturístico La Tarde a Mena Corea y al CONAC y quien es oriundo de Puerto Jimenez:

Este aumento de visitas redujo las oportunidades de que los visitantes exploraran otros proyectos locales de la Península de Osa en su espera por entrar a el sector Sirena, afectando a todo el sector de turismo rural de la Península de Osa debido a que los visitantes no necesitan pernoctar en Osa pues en un solo día pueden visitar Corcovado y salir de la Península sin consumir más que los servicios relacionados a la visita del Parque Nacional Corcovado. Esta problemática ha ido aumentando y afectando otros sectores como ha sido el transporte terrestre de la Península de Osa, ya que el visitante ha optado por utilizar en muy baja incidencia este servicio local y a muchos negocios locales como pulperías, mercados y almacenes, entre otros".

A su vez, una de las personas opuestas que pidió mantener su nombre en el anonimato, agregó en una entrevista a Delfino.cr que:

La ampliación comienza a generar montón de problemas y obviamente le comienza a afectar el destino. Igual que Manuel Antonio, ya comenzamos a tener reviews que nos dicen '¡Ay, me encantó Corcovado pero mucha gente, la fila para entrar de una hora, la fila para comer de una hora…! El toque de Corcovado era sentirse como en un paraíso, lejos, sin gente y eso se está perdiendo. Ya no es el lugar de antes, no se siente como se sentía antes, hay falta de agua, hay falta de higiene, los baños quedan sucios, todo el mundo duerme a la par... y todo porque se les ocurrió hacer lo que les da la gana".

La medida también ha generado una división entre los habitantes de la zona, pues una parte señala que sí quiere la apertura y los empleos extra que se generarán con esta; una decisión que se enfrenta al tema de la conservación biológica.

Según señaló la persona entrevistada por este medio:

Hay hoteleros que dicen '¡Uy, buenísimo, duplicamos y podemos vender más! Más plata, más botes, más todo'; pero esta directriz está afectando la comunidad. Afecta a los proyectos de turismo rural que antes recibían gente, a la gente no podía entrar al parque y que se iban a otros lugares, además de todos los hoteleros, soditas y restaurantes que ya no reciben tanta gente, porque hoy en día la visitación a Corcovado es coger un bote desde Sierpe o Puerto Jiménez, llegar a Corcovado, hacer un tour de tres horas y devolverse, por lo que el número de noches que ustedes se quedan en la región disminuyó a la mitad y eso obviamente afecta la economía de las personas".

La persona agregó que:

¿Qué ha sucedido? Hoy en día, disminuyeron las reservas de turismo de aventura de caminar desde los Patos hasta La Leona en una expedición de 3 días 2 noches, porque la gran mayoría de agencias y guías freelance prefieren que los viajeros visiten a Corcovado por pocas horas y basta con tomar un bote desde Sierpe, Drake o Puerto Jiménez para llegar a Sirena, hacer un tour de tres horas y devolverse. ¿Cuál es el resultado? Menos número de noches que los viajeros se quedan en la región, afectando la economía de la región".

Descuido en las otras estaciones

Finalmente, las organizaciones opuestas a la medida también reclamaron que si bien a Sirena se le han invertido más recursos debido a que es el punto más importante de visitación del parque, en los otros accesos la infraestructura se encuentra en condiciones deplorables que incluso ponen en riesgo a la seguridad de los visitantes.

Según consta en un oficio enviado por la empresa Osa Wild Travel Agency en enero de este año:

El auge de la estación Sirena ha ocasionado que la misma acapare la asignación de recursos, atención y mantenimiento. Pareciera ser que los recursos están enfocados casi exclusivamente en la estación Sirena y hemos notado un grave deterioro en la Estación Los Patos, La Leona y Los Planes. En Los Patos no hay agua potable, las instalaciones están invadidas por murciélagos y no se han puesto los paneles solares que llevan seis meses deteriorándose. Tampoco hay comunicación en caso de emergencia y, como es costumbre, solo hay un guardaparque cuando se sabe que deberían ser mínimo dos para mayor seguridad. Lo mismo pasa en la Estación La Leona, donde hay huecos y madera en mal estado en la plataforma de los baños. Se cayó el techo y, al igual que los Patos, tampoco hay buena comunicación para manejar una eventual emergencia. La planta eléctrica que está ahí no funciona porque no se le ha dado el mantenimiento necesario. Los guardaparques y los mismos turistas mencionan que la infraestructura se ve en completo abandono".

Esta organización también envió una carta al Consejo Regional de Área de Conservación, fechada el 22 de enero, en la que denuncia este “completo abandono".

El oficio señala que, específicamente en La Leona, el área de lavado de manos que se habilitó durante la pandemia de COVID-19 está completamente destruida; que el piso de los baños está podrido en ciertas áreas y que el techo tiene huecos y daños importantes; hay por lo menos dos baños a los que les faltan algunas piezas para funcionar adecuadamente; y que si bien se han realizado arreglos temporales y donaciones de tapas de inodoros, estos todavía no están bien, al tiempo que las duchas de exteriores están herrumbradas y necesitan atención. Además, todo el sistema eléctrico presenta daños importantes, la planta auxiliar eléctrica no funciona desde que la pusieron, no hay bancas aptas o unas mesas que permitan a los visitantes descansar y solo se han improvisado espacios y mesas que no son óptimos.

Estación La Leona en el Parque Nacional Corcovado.

En Los Patos, además, no hay comunicación, ni servicio de Internet, ni telefonía y en caso de emergencias, el lugar más cercano está a 1.5 kilómetros de distancia.

Para ilustrar todo lo anterior, las organizaciones pusieron como ejemplo el caso de un grupo de estudiantes de turismo local del Instituto Nacional de Aprendizaje. En octubre del año pasado, el grupo fue víctima de enfermedades estomacales luego de una gira de campo de dos días en las instalaciones. Esta organización envió una carta a la Asociación de Desarrollo Integral para denunciar el tema.

Por ello, y según Osa Wild Travel Agency:

Los clientes y los guías no necesitamos que se cree más infraestructura para el aumento del aforo: necesitamos arreglar primero las cosas que se están cayendo desde hace años y hacerlo bien. Que el bienestar que genera el turismo, pueda ser más justo y equitativo, tomando en cuenta las otras estaciones y los proyectos de turismo rural comunitario que se ven afectados. Se necesitan cambios urgentes en techos, baños, madera, instalaciones de paneles, agua limpia y que cambie esa imagen de deterioro que presentamos que no es buena para el destino. Recomendamos optimizar sus sistemas y procesos para ofrecer un mejor servicio a los usuarios, sanitarios ecológicos para reducir el consumo de agua, condiciones que hagan sentir al turista que estando en una estación remota, todavía se puede ofrecer una experiencia placentera y de calidad".

Este tema se vio en una reunión de ACOSA con la comunidad el pasado 4 de abril, en la cual las organizaciones pidieron a la dirección del área el informe utilizado como base para el calculo del aumento del numero de personas que pueden ingresar al sector Sirena del Parque Nacional Corcovado, tanto para tour de un día como para hospedarse, así como para uso de los senderos; la copia del acuerdo en firme del Consejo Regional de ACOSA donde se aprobó el aumento de aforo del sector Sirena; la certificación de que el Plan General de Manejo del PN Corcovado se encuentra vigente y actualizado; y el informe del Ministerio de Salud, sobre el manejo de las aguas residuales (grises, negras y pluviales) de la Estación Sirena.

Además, se solicitó la certificación del Ministerio de Salud y de Acueductos y Alcantarillados sobre la potabilidad del agua que se usa para consumo humano en las estaciones Sirena, San Pedrillo, La Leona, Los Patos; el estudio de capacidad de carga del Parque Nacional Corcovado en sus diferentes sectores estaciones Sirena, San Pedrillo, La Leona, Los Patos; y la resolución del proyecto de Propuesta de Mejoras, con la fecha de apertura oficial de la Red de Senderos.

Al cierre de esta edición, ACOSA no había contestado a las solicitudes planteadas.