Aunque parezca que una tarjeta está segura en la billetera, muchas veces permanece expuesta sin que la persona lo note. La prevención comienza con información y buenos hábitos.

¿Alguna vez ha pensado que su tarjeta no es solo un pedazo de plástico? En realidad, es la llave directa a su dinero. Como parte de su campaña permanente de prevención, el Banco Nacional (BN) brinda nueve consejos clave para que la población refuerce la protección de sus tarjetas y datos personales. Si bien los sistemas de seguridad bancaria continúan avanzando significativamente, los fraudes siguen ocurriendo por descuidos cotidianos que pueden evitarse con información y hábitos adecuados. 

“Los defraudadores no se detienen. Diseñan trampas cada vez más sofisticadas, pero cuando el cliente está informado y protegido, incluso si cae, hay mecanismos como el doble factor de autenticación que pueden evitar una pérdida”, explicó Lener Herra, jefe de Prevención del Fraude del BN.

Las tarjetas se han vuelto tan comunes en nuestra rutina diaria que muchas veces olvidamos que son documentos delicados. Ahí está nuestro dinero. Y aunque parezca que están seguras en un bolso o en un vehículo, lo más seguro es custodiarlas adecuadamente, siempre en un lugar que este bajo su control.

“También es fundamental entender cómo funciona la tecnología que usamos. Por ejemplo, el autorrelleno de algunos teléfonos puede completar automáticamente códigos de verificación (OTP) si el usuario cae en un sitio falso, razón que hace imperativo conocer las funcionalidades de las tecnologías que se utilizan”, agregó Herra.

Consejos prácticos para protegerse

  • Mantenga siempre la custodia de sus tarjetas: no las deje “bien guardadas” en vehículos, o en lugares de acceso compartido o fuera de su supervisión directa. Mantenerlas siempre con usted es la mejor forma de protegerlas. 
  • No comparta su tarjeta ni su PIN: la seguridad es personal.
  • Evite anotar claves en lugares visibles: memorícelas y cámbielas con regularidad.
  • Compre solo en sitios oficiales: si ve una promoción en redes, no dé clic directo. Búsquela directamente en su navegador, localizando el sitio oficinal de la empresa que le ofrece la aparente “promoción”.
  • Verifique el monto y la moneda antes de pagar: especialmente en el extranjero, donde los símbolos pueden confundir.
  • Desconfíe de enlaces por SMS o redes sociales: aunque parezcan legítimos, podrían ser trampas. No acceda a links que no conozca, que le sean brindados por redes sociales o que sean de dudosa procedencia.
  • Use una tarjeta exclusiva para compras en línea: así limita el riesgo y puede monitorear mejor los movimientos.
  • No comparta su OTP: es personal, solamente debe ser utilizado por usted para una transacción que este realizando. No lo comparta a terceras personas o sitios dudosos. 
  • Si algo le parece extraño, actúe de inmediato: no lo deje para después, porque será demasiado tarde. Llame al banco. Más vale prevenir que lamentar.

“Queremos que nuestros clientes usen sus tarjetas con confianza. Esa confianza no se construye de la noche a la mañana, sino que se fortalece con información clara, atención constante y buenos hábitos. Cuando una persona conoce los riesgos, entiende cómo funciona la tecnología que utiliza y aplica medidas básicas de seguridad, está dando pasos concretos para proteger su dinero. En el Banco Nacional trabajamos todos los días para ofrecer sistemas seguros, pero también creemos que la prevención comienza en el comportamiento de cada cliente”, concluyó Herra.

El BN nunca solicitará datos sensibles como números de tarjeta, claves PIN, códigos de verificación (OTP), contraseñas ni información personal por teléfono, correo electrónico, mensajes de texto o redes sociales. 

Si una persona recibe una solicitud de este tipo, debe detenerse de inmediato y contactar directamente al banco por los canales oficiales al teléfono 2212-2000. Ante cualquier duda, lo más seguro es verificar antes de actuar. La prevención comienza con una decisión informada.