Este fin de semana celebramos Hecho Aquí, una feria que en diez años dejó de ser un evento para convertirse en un espejo donde Costa Rica puede reconocer su propia identidad. Cada pieza, cada textura y cada historia nos recuerdan algo esencial: en este país, el talento no solo existe, late. Late en las manos que transforman la materia en belleza, en memoria, en innovación.

No es una feria más. Es una afirmación colectiva: lo hecho en Costa Rica tiene alma, tiene rigor y tiene la fuerza suficiente para representar al país en cualquier lugar del mundo.

Este 2025 damos un paso que abre nuevas rutas. Por primera vez recibimos a un País Invitado, el Reino de Arabia Saudita, y con ello tejemos un puente que parecía improbable, pero que hoy es profundamente necesario.

¿Por qué Arabia Saudita?

Porque la cultura reconoce afinidades donde la geografía insiste en ver distancias. Porque compartimos historias marcadas por la fuerza del comercio, por la expansión del lenguaje castellano y por la presencia del café, ese fruto que durante siglos ha unido desiertos y montañas, caravanas y cafetales.

Y porque en mi visita oficial a Arabia Saudita descubrimos algo que no figura en los mapas: la voluntad común de que nuestras comunidades creativas dialoguen, aprendan y se potencien mutuamente.

Ese diálogo inicia aquí, entre nuestras artesanas y artesanos distinguidos con el Sello Costa Rica Artesanal 2025, quienes representan lo mejor de nuestra capacidad de crear con propósito. Sus obras no son souvenirs: son fragmentos de país que cuentan quiénes somos, quiénes fuimos y quiénes aspiramos a ser. En definitiva, Hecho Aquí refleja lo mejor de la creación costarricense.

Pero Hecho Aquí también mira hacia adelante.

Hemos decidido que Costa Rica se integre al Programa Iberoamericano de Artesanías, por lo que debemos asumir un reto mayor: llevar esta creatividad a nuevas plataformas, derribar fronteras perceptivas y reconocer que la artesanía no es un pasado romántico, sino una industria cultural contemporánea.

Por eso trabajamos para fortalecer alianzas con el ICT y con Procomer, para que nuestros artesanos no solo participen en ferias —sino que ingresen con fuerza al mercado internacional. No porque busquemos “promover artesanía”, sino porque promovemos excelencia. Porque nuestras creadoras y creadores no necesitan ser defendidos por lo que representan, sino por lo que logran.

Al final, Hecho Aquí nos enseña algo sencillo y luminoso: el futuro también se teje con las manos.

Y en Costa Rica, esas manos están listas para abrirse camino en el mundo.

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio. Delfino.CR es un medio independiente, abierto a la opinión de sus lectores. Si desea publicar en Teclado Abierto, consulte nuestra guía para averiguar cómo hacerlo.