
El retail costarricense atraviesa una transformación profunda: los centros comerciales están dejando de ser destinos de compra para convertirse en espacios para estilos de vida que integran bienestar, entretenimiento, tecnología, moda y servicios esenciales.
Es decir, espacios híbridos donde el comercio se armoniza con las experiencias y comodidad. Se trata de una tendencia país que redefine la relación entre comercio, comunidad y ciudad.
En los últimos años, distintos centros comerciales han comenzado a diversificar su oferta para responder a un consumidor que busca resolver múltiples necesidades en un mismo lugar. La incorporación de gimnasios, espacios de entretenimiento familiar, tiendas tecnológicas y propuestas dirigidas a niños y jóvenes refleja cómo la oferta comercial se expande hacia experiencias más integrales y multifacéticas.
Este tipo de conceptos también ha impulsado la evolución de espacios ubicados fuera del núcleo metropolitano tradicional. En Desamparados, por ejemplo, desarrollos como Expreso Desamparados han ampliado su propuesta para atender el dinamismo de una de las zonas más pobladas y conectadas del país, integrando marcas como Smartfit, Ciudad Inflable y Toys, así como la próxima apertura de Trululu, fortaleciendo segmentos como el bienestar, el entretenimiento familiar y las propuestas recreativas.
Expertos del sector coinciden en que esta transformación responde a cambios en el estilo de vida urbano: mayor densidad poblacional, necesidad de servicios cercanos, nuevas formas de trabajo y un interés creciente por experiencias que combinen conveniencia con recreación.
“Los centros comerciales se están consolidando como espacios de vida, donde las personas encuentran soluciones prácticas, pero también oportunidades para conectarse y disfrutar. Esto nos obliga a innovar en nuestra oferta de experiencias y renovar nuestras instalaciones para nuevas formas de comercio”, explicó Mariano Bonilla Arias, gerente país de Expreso Desamparados.
Esta evolución también implica un impacto en la planificación urbana y económica. Los centros comerciales comienzan a funcionar como puntos de articulación que conectan movilidad, servicios y convivencia social, especialmente en comunidades que buscan espacios mejor conectados y con una oferta amplia de servicios.
Con esta tendencia, Costa Rica se alinea a un movimiento internacional que impulsa desarrollos comerciales más híbridos y experienciales. La presencia de nuevos formatos y marcas en distintos puntos del país evidencia un retail que no solo se adapta, sino que redefine su propósito: ser espacios que acompañan la vida cotidiana en todas sus dimensiones.




