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Sectores que más impulsan la economía costarricense, requieren talento bilingüe para sostener su operación.

Costa Rica ha logrado posicionarse como un país atractivo para la inversión internacional gracias a su estabilidad, talento humano y sector de servicios en crecimiento. Sin embargo, uno de los desafíos más persistentes para sostener ese posicionamiento es la brecha en el dominio del inglés, una habilidad que hoy define la competitividad de los países conectados a la economía del conocimiento.

El más reciente EF English Proficiency Index (2023) coloca a Costa Rica en el puesto 38 del mundo y como el país con mejor desempeño en Centroamérica. Aunque esta es una señal de avance, los datos nacionales exponen un rezago estructural: la Contraloría General de la República reportó que más de 121.000 estudiantes no reciben clases de inglés en centros públicos, y casi la mitad de quienes sí lo reciben no alcanza los niveles mínimos de competencia.

Los sectores que más impulsan la economía costarricense, servicios empresariales, tecnologías de información, turismo especializado y manufactura avanzada, requieren talento bilingüe para sostener su operación. Según el sector empresarial, la demanda de personal con dominio funcional de inglés crece más rápido que la oferta disponible.

Esto se traduce en oportunidades no aprovechadas, salarios que no pueden escalar, y una competencia global donde otros países avanzan más rápido.

Costa Rica tiene talento y tiene potencial, pero el bilingüismo sigue siendo un punto crítico. Sin una base sólida de inglés, es difícil sostener el ritmo de una economía que ya compite a nivel global”, comentó el director ejecutivo del Centro Cultural Costarricense Norteamericano (CCCN), Bernal López. 

El CCCN, con más de 80 años de presencia cultural y educativa en el país, señala que el bilingüismo no debe entenderse únicamente como un desafío del sistema educativo, sino como una responsabilidad compartida entre sector público, privado, instituciones y familias.

Es necesario aumentar la exposición temprana al inglés a través de prácticas cotidianas, recursos digitales y experiencias culturales que permitan que el idioma se incorpore de manera natural. Los países más competitivos no enseñan inglés como una materia, lo viven como una experiencia. Ese es el cambio que Costa Rica debe acelerar”, señaló el director.

Además, es necesario fortalecer la capacitación del profesorado, especialmente en zonas con menos acceso a herramientas de calidad. El CCCN a través de su conferencia anual para profesores de inglés ha colaborado históricamente con los educadores y considera que este será un eje clave para el 2026.

La institución subraya que el país necesita opciones de estudio que se adapten a la realidad laboral y familiar de las personas: horarios flexibles, modalidades híbridas y programas articulados con certificaciones internacionales. Esto sin dejar de lado la importancia de fomentar experiencias que mezclen el idioma con tecnología, creatividad y cultura, como laboratorios de innovación, espacios de gamificación y proyectos colaborativos.

¿Qué ofrece el CCCN como respuesta concreta?

El Centro Cultural Costarricense Norteamericano fortalece su aporte a través de iniciativas que responden directamente a las necesidades del país:

  • Programas de inglés para todas las edades, alineados al Marco Común Europeo.
  • Certificaciones internacionales que estandarizan el nivel lingüístico y validan competencias globalmente.
  • MakerSpace y laboratorios digitales, donde los estudiantes desarrollan habilidades del siglo XXI mientras usan el inglés en contextos reales.
  • Sala de gaming educativo, que permite reimaginar la inmersión lingüística a través del juego.
  • Programas para empresas que buscan elevar el nivel bilingüe de sus equipos y mantenerse competitivas.

El inglés no puede seguir siendo una brecha; debe convertirse en un puente. Nuestro compromiso es aportar herramientas reales para que más personas tengan acceso a oportunidades que hoy están reservadas para unos pocos”, finalizó el director.

Para concluir, los expertos destacan que Costa Rica enfrenta un reto ineludible: fortalecer su base bilingüe para sostener su competitividad. El inglés no es únicamente una habilidad técnica, sino un elemento estructural para atraer inversión, mejorar salarios, ampliar oportunidades académicas y reducir desigualdades.