Los animales pueden sufrir accidentes o ser atropellados. En aves, el impacto es aún más grave: abandono de nidos, estrés extremo e incluso paros cardíacos.

La Asociación Preservacionista de Flora y Fauna Silvestre (APREFLOFAS) lanzó un firme llamado a la ciudadanía y a las autoridades para eliminar o restringir el uso de pirotecnia sonora durante las celebraciones de fin de año, debido al impacto severo que provoca en la fauna silvestre, animales domésticos y poblaciones vulnerables.

Fundada en 1985, APREFLOFAS ha dedicado cuatro décadas a la educación ambiental, la investigación y la divulgación científica sobre la interacción entre humanos y vida silvestre. Hoy, la organización reafirma su compromiso al insistir en el daño que genera el ruido de la pólvora.

La literatura científica internacional —incluyendo estudios publicados en Scientific Reports (2023), Behavioral Ecology (2011) y análisis recientes de Earth.org— describe efectos directos del estruendo en mapaches, ardillas, aves, murciélagos, anfibios e insectos.

Los animales, al huir desorientados, pueden sufrir accidentes o ser atropellados. En aves, el impacto es aún más grave: abandono de nidos, estrés extremo e incluso paros cardíacos.

A nivel nacional, instituciones como el Colegio de Médicos Veterinarios y el Hospital de Especies Menores y Silvestres (HEMS) de la UNA han advertido por años sobre estos efectos, recordando además el sufrimiento particular de los animales callejeros.

El ruido de la pirotecnia puede alcanzar entre 140 y 170 decibeles, muy por encima del umbral de 70 decibeles desde el cual ya se evidencian alteraciones en el comportamiento animal. Por eso, cada vez más gobiernos locales toman medidas.

Al menos 12 municipalidades costarricenses establecieron restricciones el año pasado, tendencia que continúa para 2025. Países como Italia, Argentina, China y varias regiones de Estados Unidos aplicaron regulaciones similares en los últimos años.

Ante este panorama, APREFLOFAS hace cuatro llamados concretos:

  • A las municipalidades: prohibir o restringir la pirotecnia mayor a 85 decibeles.
  • Al Ministerio de Salud: aplicar el Reglamento para el control del ruido ambiental (Decreto Ejecutivo 44486-S).
  • A la población: evitar el uso de pólvora sonora y optar por alternativas responsables.
  • Al MEP: incluir esta información en programas educativos mediante charlas y talleres.