
El CIDE y la Facultad de Ciencias Sociales articulan seis ejes de trabajo para proponer soluciones innovadoras y sostenibles al deterioro del sistema educativo costarricense.
Ante el diagnóstico crítico del sistema educativo costarricense, el Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE) y la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional (UNA) unieron esfuerzos para impulsar una respuesta articulada desde la academia.
La iniciativa tomó forma durante el foro “Diálogo por la educación: voces diversas, un mismo país”, realizado en el Auditorio Clodomiro Picado, donde se instalaron seis Mesas Temáticas de Trabajo (MTT) orientadas a generar propuestas de política pública, estrategias pedagógicas y proyectos estudiantiles que se implementarán a partir del 2026.
El objetivo es generar propuestas innovadoras y críticas que aporten a políticas públicas, estrategias pedagógicas y proyectos estudiantiles. Cada mesa tendrá su propia agenda de trabajo y podrá plantear iniciativas concretas”,
explicó Susana Jiménez, vicedecana del CIDE.
Seis mesas, un propósito común
Cada mesa temática definió un eje de acción específico:
- Aprendizajes para el futuro: Estrategias pedagógicas, curriculares y sociales para garantizar aprendizajes fundamentales con visión al 2050.
- Pedagogías transformadoras: Propuestas que fortalezcan la equidad y respondan a realidades locales.
- Educación en territorios diversos: Modelos inclusivos y culturalmente pertinentes para garantizar permanencia y calidad educativa.
- Trabajo docente y su futuro: Iniciativas para dignificar la profesión, mejorar condiciones laborales y fortalecer la formación continua.
- Políticas educativas y gobernanza: Propuestas de gestión inclusiva, eficiente y basada en evidencia, con visión de largo plazo.
- Educación, cultura y derechos humanos: Estrategias que fortalezcan el papel de la educación en la prevención de la violencia y la construcción democrática.
Un panorama educativo en retroceso
Durante su exposición, Dagoberto Murillo, investigador del Programa Estado de la Educación (PEN), presentó un panorama preocupante sobre la situación educativa del país, marcada por retrocesos en inversión, aprendizajes y gobernanza.
Se están tomando decisiones que profundizan los problemas y generan incertidumbre en el sistema. El país carece de políticas de largo plazo, y cada cambio de administración implica empezar de nuevo”.
Entre los datos más relevantes expuestos destacan:
- La inversión en educación cayó del 5,3% del PIB en 1980 al 4,7% en 2025, alejándose del 8% constitucional.
- Las becas y transferencias monetarias disminuyeron un 4% real entre 2018 y 2023.
- El salario neto real de los docentes permanece estancado desde 2013.
- Los jóvenes de 15 años presentan niveles de lectura equivalentes al de un estudiante de tercer grado.
Murillo también señaló deficiencias estructurales en la rectoría del sistema educativo, con un Consejo Superior de Educación limitado, sin respaldo técnico ni capacidad de seguimiento, y direcciones regionales poco activas frente a contextos de alta conflictividad social.
A nivel universitario, el país mantiene un 33% de logro académico, muy por debajo del promedio de la OCDE (49%). El experto recomendó aprovechar cupos existentes, reducir la deserción y reformar los currículos hacia modelos más cortos, flexibles y articulados con la demanda laboral.
Educación con sentido y visión de futuro
El proyecto liderado por la UNA busca construir un espacio de diálogo plural y técnico que transforme el diagnóstico en acción. A partir del trabajo de las mesas temáticas, se espera consolidar propuestas concretas y ejecutables que atiendan los retos estructurales del sistema educativo costarricense, con enfoque en equidad, calidad y sostenibilidad.
La iniciativa se proyecta como un punto de encuentro entre academia, docentes, estudiantes y tomadores de decisión, en la búsqueda de soluciones que devuelvan a la educación su papel central en el desarrollo nacional.




