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Población envejece aceleradamente, mientras el país no ha logrado garantizar condiciones de dignidad, autonomía y protección efectiva para las mujeres adultas mayores.

El Colegio de Trabajadores Sociales de Costa Rica (COLTRAS), lanzó una voz de alerta ante la creciente violencia estructural que enfrentan las personas adultas mayores, especialmente las mujeres, quienes viven una doble discriminación marcada por el edadismo y el sexismo.

Costa Rica envejece a un ritmo acelerado, pero las condiciones de dignidad y bienestar para esta población siguen sin garantizarse plenamente. De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), a las personas mayores “no siempre se les valora, y suelen sufrir violencia, maltrato y discriminación”.

Un reciente estudio del Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO-UNA, 2023) confirma esta realidad:

  • El 66,1 % de la población considera que las personas mayores sufren discriminación.
  • El 65 % cree que no son respetadas.
  • Y el 61,1 % percibe que están poco integradas en sus familias.

Estas cifras revelan una discriminación estructural que vulnera los derechos de las personas mayores y perpetúa su exclusión social.

Mariangel Sánchez Alvarado, representante del Colegio de Trabajadores Sociales, explicó:

La violencia hacia las mujeres mayores ha sido históricamente invisibilizada. Es hora de que el Estado y la sociedad costarricense asuman la responsabilidad de garantizar una vejez libre de miedo y discriminación”.

El COLTRAS advierte que esta discriminación se expresa de múltiples maneras: exclusión laboral, estigmatización como “frágiles” o “improductivas” y desvalorización de sus aportes.

Según la Universidad de Costa Rica, las personas mayores enfrentan graves obstáculos para acceder a empleo, incluso cuando tienen amplia experiencia laboral.

A ello se suman nuevas formas de violencia material y tecnológica. Datos del Programa de Atención Integral de la Persona Adulta Mayor (PAIPAM-UNA) indican que entre enero y octubre de 2024 se registraron 6.182 delitos contra personas mayores, y que el 26 % fueron estafas, reflejando cómo los entornos digitales se han convertido en espacios de agresión.

En el caso de las mujeres adultas mayores, la situación es aún más crítica. La combinación de edad y género incrementa las formas de exclusión y violencia, sobre todo en los espacios familiares. De acuerdo con el Ministerio de Salud (2024), ellas tienen mayor probabilidad de sufrir maltrato psicológico y violencia patrimonial, lo que refleja desigualdades acumuladas a lo largo de toda su vida.

Frente a este panorama, el COLTRAS hace un llamado urgente al Estado costarricense para:

  • Fortalecer la implementación de la Ley N.° 7935 sobre derechos de las personas adultas mayores.
  • Crear protocolos específicos para la atención de la violencia patrimonial y cibernética.
  • Asegurar rutas accesibles de denuncia y capacitación especializada para funcionarios públicos.
  • Exigir a las entidades financieras, tecnológicas y plataformas digitales la creación de sistemas de prevención y alerta que protejan a las personas mayores.

La representante del Colegio añadió:

Las mujeres adultas mayores son portadoras de historia, saber y dignidad. Como sociedad, debemos pasar de la compasión al reconocimiento y de la indiferencia a la acción”.

El COLTRAS hace un llamado a los medios de comunicación, instituciones y ciudadanía, a visibilizar estas realidades y sumarse a la construcción de una Costa Rica equitativa, inclusiva y segura para todas las personas mayores, en especial las mujeres que enfrentan las formas de mayor vulnerabilidad y exclusión.