Miriam Elizondo dio vida a este oficio por décadas.
Aunque parir en hospitales se ha convertido en la norma y la Caja Costarricense del Seguro Social atiende más de 45,000 nacimientos por año, esto no siempre fue así en Costa Rica.
En el pasado, la partería fue una práctica común en el país, y en Tres Equis de Turrialba en Cartago, doña Miriam Elizondo dio vida a este oficio por décadas, pues no solo fue su propia partera cuando dio a luz a sus 19 hijos, sino que atendió los partos de más de 2 mil bebés.
El largometraje “La última partera” registra los últimos 10 años de vida de doña Miriam y celebra su legado: la atención de miles de nacimientos y un sinfín de conocimientos.
Dirigido por los cineastas estadounidenses Victoria Bouloubasis y Ned Phillips, el documental acerca a esta partera quien, con casi 100 años de edad, regaló sabiduría, humor y humanidad, participó en programas de capacitación y certificación de mujeres en la atención al parto, y apoyo incondicionalmente a las familias indígenas Cabécares de las montañas cercanas.
Doña Miriam también compartió todos sus saberes con su pupila, la enfermera obstetra y partera Rebecca Turecky, originaria de Estados Unidos con más de 30 años de residir en Turrialba, quien es la coprotagonista de la historia.

Esta película es la materialización de un sueño hecho realidad: “honrar la vida y trabajo de esta gran abuela partera de Costa Rica y compartir nuestra historia de amor”, comentó Rebecca.
Aunque mi camino en la partería incluyó 12 años de estudios universitarios en los Estados Unidos, siempre he valorado la sabiduría y práctica ancestral de la partería tradicional y me preocupaba el peligro de su extinción. A pesar de nuestros diferentes orígenes, culturas, idiomas, y edad, doña Miriam y yo estábamos profundamente conectadas, con el mismo propósito trascendental de apoyar a las madres y traer vida al mundo con seguridad y amor”.
Agregó:
Prometo honrar su legado. Tomo de su fortaleza y ejemplo, cumplo con mi compromiso hacia las mujeres de la comunidad y lucharé siempre por conservar el modelo de atención al parto humanizado, familiar, sagrado”.
La producción muestra la comunidad de enfermeras, doulas y madres de la que Rebecca forma parte. Ellas se aconsejan, se acompañan y se cuidan mientras traen vida al mundo. Las escenas íntimas al estilo cinéma vérité muestran a mujeres diversas de diferentes generaciones, comunidades y capacidades en el cuidado prenatal.
Con paciencia y espacio, la película captura momentos que conectan para ofrecer un retrato complejo y bello del entorno social de madres y parteras en Costa Rica.
El equipo empezó a filmar en 2016 sin saber que invertirían más de ocho años trabajando con esta historia, por lo que se trata de un proyecto “muy importante para todo el equipo y hemos trabajado duro para hacerlo con intención y cuidarlo con cariño y con estándares éticos”, mencionó Bouloubasis.
La película tuvo su debut mundial en la Full Frame Documentary Film Festival en abril de 2025. Desde entonces ha sido presentada también en New Orleans y Cucalorus y recibió un premio especial durante los “100 Días de Diversidad” de Spark & Seed, plataforma de crowdfunding y distribución de producciones independientes.
La película se estrenará el próximo miércoles 19 de noviembre en la Sala Garbo y está abierta a todo el público. El evento iniciará a las 6 de la tarde con una recepción, mientras que la proyección del documental será a las 7:00 pm, y se finalizará con un breve conversatorio para discutir sobre la importancia de rescatar los saberes ancestrales y la atención de los nacimientos con respeto, humanidad y amor, como lo hizo doña Miriam toda su vida.
El costo de la entrada es de 3,400 colones (más cargo por servicio) y puede adquirirse en el sitio web o en la sala el día del evento.
Después de su primera proyección en el país, “La última partera” se presentará en el recinto de la Universidad de Costas Rica en Turrialba.





