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Consulta nacional aplicada a 9.398 personas educadoras revela sobrecarga, endeudamiento extremo, agresiones y agotamiento emocional.

El I Estudio sobre las condiciones y Desafíos de Docentes y del Magisterio Nacional 2025, elaborado por Colypro, evidencia un panorama alarmante sobre la situación de miles de docentes del país. Los datos, recogidos entre 9.398 personas colegiadas, muestran un deterioro sostenido de su bienestar, una percepción de abandono institucional y condiciones que ponen en riesgo la estabilidad del sistema educativo costarricense.

El presidente de Colypro, César Toruño, explicó:

Los datos que se revelan en este informe demuestran que el magisterio vive una crisis laboral, de identidad social y económica”.

Jornadas extendidas y trabajo invisible fuera del aula

El estudio revela que 6 de cada 10 docentes trabajan más de 40 horas semanales, y además:

  • 61% dedica entre 4 y 10 horas adicionales a tareas fuera del centro educativo.
  • 85% afirma que no cuenta con el tiempo suficiente para cumplir sus obligaciones.
  • 93% asegura que la carga administrativa reduce el tiempo para preparar clases.

Estas cifras evidencian una sobrecarga laboral estructural, que afecta tanto la calidad educativa como el balance personal.

Insatisfacción salarial generalizada y endeudamiento crítico

El informe confirma que la situación económica del magisterio es preocupante:

  • 48% destina más de la mitad de su salario al pago de deudas.
  • Solo 11% se siente satisfecho con su salario.
  • 79% considera que la remuneración no compensa su dedicación.
  • 41% afirma que necesitaría un aumento superior al 20% para cubrir sus necesidades básicas.
  • 43% está considerando buscar otro empleo por motivos salariales.

La estabilidad laboral tampoco protege económicamente: incluso entre docentes en propiedad, 85% mantiene deudas mayores al 25% de su salario.

Toruño agregó:

No es problema de manejo de finanzas, hay un congelamiento salarial que tiene que atender necesidades básicas”.

Formación universitaria desfasada y poca oportunidad de crecimiento

El informe señala una crítica contundente al sistema formativo:

  • 96% cree necesario reformular los planes de estudio universitarios.
  • 72% considera que su formación no los preparó para la realidad del aula.
  • 89% afirma que la capacitación institucional no es suficiente para enfrentar cambios curriculares.
  • 94% exige una política nacional de formación continua obligatoria.

Brechas regionales profundas y precariedad en infraestructura

Las provincias costeras —Guanacaste, Puntarenas y Limón— concentran los niveles más altos de insatisfacción:

  • Hasta 50% manifiesta estar insatisfecho con los recursos y materiales didácticos.
  • La conexión a internet y las condiciones físicas de aulas e instituciones reciben valoraciones bajas en estas zonas.

El sector público, además, reporta solo un 20% de satisfacción con su infraestructura, frente a un 55% en centros privados.

Violencia, temor a denuncias y falta de respaldo institucional

Los datos más sensibles del informe evidencian un clima de vulnerabilidad:

  • 45% de las personas docentes ha sufrido agresiones verbales o físicas en el último año.
  • 85% conoce al menos un colega víctima de violencia.
  • 50% confiesa sentir temor frecuente a denuncias injustificadas.
  • 98% considera urgente aprobar una ley que refuerce la autoridad docente.

Aunque el 79% indica que existen protocolos, estos no han logrado reducir la sensación de riesgo.

Crisis de bienestar: agotamiento emocional y salud deteriorada

Las cifras sobre bienestar docente son las más contundentes:

  • 87% experimenta desgaste emocional significativo.
  • 78% no logra conciliar vida personal y laboral.
  • 48% tuvo incapacidades médicas en el último año relacionadas con su trabajo.
  • 25% ha sido diagnosticado clínicamente con burnout.
  • 91% no cuenta con ningún servicio institucional de apoyo psicológico.

El 65% ha pensado en renunciar en el último año, y el 73% no recomendaría la profesión a nuevas generaciones.

Pese a las condiciones adversas, el 84% aún afirma identificarse con la profesión y el 74% siente satisfacción vocacional. Sin embargo, esta entrega convive con un entorno laboral deteriorado que amenaza la permanencia docente y la calidad del sistema educativo.

El informe concluye que se necesitan acciones inmediatas en materia de salario, bienestar emocional, infraestructura, seguridad, formación continua y reconocimiento profesional para evitar un colapso mayor del sistema educativo costarricense.