
La artista chilena presenta un disco oscuro, poético y experimental que fusiona pop alternativo y jazz en 14 canciones cargadas de intensidad y belleza.
La cantautora Mon Laferte lanzó su noveno álbum de estudio, Femme Fatale, un proyecto compuesto por 14 temas donde el pop alternativo y el jazz se entrelazan en un territorio sonoro sofisticado y profundamente emocional. El disco ya está disponible en plataformas digitales y puede escucharse aquí.
El título del álbum evoca a la figura de la femme fatale: misteriosa, intensa y contradictoria. Históricamente retratada en la cultura popular como una mujer peligrosa, Laferte reinterpreta esa imagen como símbolo de poder, belleza y autoconfianza. En Femme Fatale, esa fuerza se convierte en música, poesía y confesión.
Entre la noche, el jazz y la vulnerabilidad
El disco se mueve en un lenguaje híbrido donde las armonías densas y las atmósferas nocturnas del jazz conviven con la frescura y la inmediatez del pop alternativo. El resultado es un trabajo elegante y brutal a la vez, en el que lo clásico se fusiona con lo experimental para dar vida a un universo sonoro singular.
Entre las colaboraciones destacan “Esto Es Amor” junto a Conociendo Rusia, “La Tirana” con Nathy Peluso, “Hasta Que Nos Despierte La Soledad” con el cantautor brasileño Tiago Iorc, y “My One And Only Love”, donde comparte voces con las mexicanas Natalia Lafourcade y Silvana Estrada.
Una mirada íntima y política
El cierre del álbum, “Vida Normal”, retrata con crudeza la rutina cotidiana entre cigarrillos, café y cansancio. Con frases que oscilan entre la ironía y la vulnerabilidad, la canción expone la tensión entre la estabilidad deseada y el caos interior.
Las letras de Femme Fatale son oscuras, existenciales y poéticas, escritas desde una voz femenina que convierte lo cotidiano en metáfora política y emocional. En ellas, Mon Laferte explora los límites entre lo íntimo y lo colectivo, entre el deseo y la resistencia.
Con este lanzamiento, la artista consolida una etapa de madurez creativa y reafirma su lugar en la música latinoamericana como una de las voces más inquietas e innovadoras de su generación. Cada tema es, en sus palabras, “una declaración de principios: un llamado a habitar la vulnerabilidad con fuerza y transformar la experiencia íntima en arte universal”.




