
Una estrategia efectiva garantiza la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información. Invertir en ciberseguridad protege la viabilidad financiera y la credibilidad organizacional.
A nivel global, la ciberseguridad enfrenta uno de los desafíos más complejos de su historia. El uso de inteligencia artificial y la automatización han elevado la sofisticación, velocidad e impacto de los ciberataques. Ninguna organización está exenta: empresas de todos los tamaños, instituciones públicas y usuarios individuales se han convertido en blancos constantes de acciones maliciosas... En Centroamérica y el Caribe, aunque se ha avanzado en la adopción de marcos normativos como la norma ISO/IEC 27001 y políticas de protección de datos, aún persisten brechas importantes en inversión, formación especializada y cultura organizacional, lo que incrementa significativamente la exposición frente a incidentes de seguridad”.
El impacto de un ciberataque puede ser significativo tanto en lo económico como en lo reputacional. Las consecuencias financieras incluyen la interrupción de las operaciones, los costos asociados a la recuperación de sistemas, las posibles sanciones regulatorias y, en algunos casos, el pago de rescates o indemnizaciones. Sin embargo, el daño reputacional suele ser aún más profundo: la pérdida de confianza por parte de clientes, aliados y del mercado puede tardar años en restituirse. En consecuencia, invertir en ciberseguridad es una decisión estratégica que protege tanto la viabilidad financiera como la credibilidad organizacional.
Según informaciones de DATASYS, las amenazas más frecuentes en la actualidad incluyen el phishing (correos o mensajes fraudulentos diseñados para robar credenciales), el ransomware (que secuestra información para exigir pagos) y la explotación de vulnerabilidades en sistemas y aplicaciones desactualizadas. También ha aumentado el uso de técnicas de ingeniería social y de inteligencia artificial maliciosa para explotar el error humano, lo que refuerza la necesidad de combinar tecnología con formación constante.
Una estrategia efectiva en esta materia permite garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información. La implementación de controles adecuados previene accesos no autorizados, fraudes y filtraciones de datos, fortaleciendo así la confianza en los servicios y plataformas digitales. La protección de los datos no solo resguarda los sistemas, sino que también preserva la reputación institucional frente a sus públicos internos y externos.
Fortalecer la cultura de ciberseguridad dentro de las organizaciones exige más que la adopción de tecnologías. Implica establecer una cultura organizacional basada en la formación continua, en políticas claras de uso responsable de la información y en el compromiso activo de todos los niveles jerárquicos. El diseño e implementación de un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información, alineado con estándares internacionales como la norma ISO/IEC 27001, permite identificar amenazas, proteger activos críticos y garantizar la resiliencia operativa”, añadió Rojas.
Guillermo Rojas, Director de Unidades de Negocio regional en DATASYS.
Recomendaciones para usuarios y organizaciones
- Utilizar contraseñas seguras y únicas.
- Activar autenticación multifactor siempre que sea posible.
- Mantener dispositivos y aplicaciones actualizados.
- Evitar conectarse a redes públicas sin protección.
- No compartir información personal en sitios no verificados y desconfiar de solicitudes inusuales.
Entre los errores más comunes que aumentan la vulnerabilidad digital se encuentran el uso de contraseñas débiles o repetidas, hacer clic en enlaces sospechosos, compartir datos personales sin verificar la fuente y no mantener actualizados los sistemas o el software de protección. La conciencia y la educación digital son fundamentales, ya que cada usuario representa la primera línea de defensa.
La urgencia de actuar está respaldada por datos recientes. Según el informe “2025 Global Threat Landscape”, se ha registrado un aumento del 42% en el robo de credenciales y más de 97 mil millones de intentos de explotación en el último año. El índice X-Force 2025 Threat Intelligence indica que el costo promedio de una filtración de datos alcanzó los 4,88 millones de dólares en 2024. Asimismo, un 71% de las organizaciones reportó un incremento en la frecuencia de ataques y un 61% indicó que estos fueron más severos que en años anteriores.
Estos indicadores subrayan la necesidad de fortalecer la infraestructura de ciberdefensa, adoptar marcos normativos internacionales y consolidar una cultura organizacional basada en la prevención. La ciberseguridad ya no puede considerarse un asunto exclusivamente técnico; es una responsabilidad compartida que debe integrarse en la estrategia general de cada organización.
Desde DATASYS, hacemos un llamado a todos los sectores a colaborar, educar y actuar de manera proactiva para construir entornos digitales seguros, resilientes y sostenibles”, concluyó Guillermo Rojas.