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Casa de los Niños aplica una metodología integral que atiende al niño y su familia en educación, nutrición, salud emocional, orientación parental y desarrollo cultural, abordando las causas psicosociales de la pobreza.

La Fundación Casa de los Niños hace un llamado a los 20 candidatos que aspiran a la presidencia del país para las elecciones de 2026, a conocer y comprometerse con un modelo probado de atención integral a la niñez y adolescencia en condición de vulnerabilidad. La organización, con más de 15 años de trayectoria, ha demostrado que romper el ciclo de la pobreza es posible cuando se atienden sus causas psicosociales y no solo sus síntomas económicos.

Durante las últimas dos décadas, los indicadores de pobreza en Costa Rica se han mantenido casi invariables, entre el 18% y el 21,8%, según el Estado de la Nación. Hoy, 327.081 hogares viven en condición de pobreza, y cerca del 37% de los menores de 18 años viven en estas condiciones. Aunque en 2024 se reportó una leve mejora, la pobreza estructural se mantiene.

La pobreza no es únicamente una cuestión de ingresos, vivienda o acceso a servicios; es, ante todo, un fenómeno psicosocial, sostenido por estructuras mentales, emocionales y culturales que se repiten de generación en generación.

“La pobreza es un paradigma de pensamiento antes que una condición económica. Mientras no comprendamos sus raíces emocionales y culturales, seguiremos invirtiendo en soluciones asistencialistas que no transforman la realidad”, señaló Catalina Chaves Fournier, directora de la Fundación Casa de los Niños.

La Fundación ha dedicado los últimos 15 años de su trabajo a estudiar el estilo de pensamiento, las conductas, los hábitos financieros y los paradigmas familiares que perpetúan el ciclo de la pobreza en Tirrases de Curridabat. A partir de esa investigación nació un modelo de atención integral, estructurado y probado, que aborda de manera simultánea los factores que la sostienen con el fin de transformar la realidad de cientos de niños en condición de vulnerabilidad. 

Un modelo integral para transformar vidas

El modelo desarrollado por la Fundación parte de un hallazgo esencial: la pobreza no se supera solo con asistencia económica, sino mediante un cambio integral en el entorno familiar y emocional del niño. Desde esa comprensión, se diseñó una metodología estructurada que abarca educación, nutrición, salud emocional, orientación y formación parental y desarrollo cultural.

El Programa Integral Casa de los Niños ofrece alimentación adecuada, refuerzo académico, atención psicológica, formación para padres y madres de familia, y actividades de arte y cultura que fortalecen la identidad, la autoestima y transforman el estilo de pensamiento en el tiempo. Esta atención no se limita a la niñez temprana: acompaña a cada estudiante desde el kínder hasta la universidad, asegurando continuidad, seguimiento y resultados sostenibles en el tiempo. 

Resultados comprobados

  • 98% de los niños de primaria aprueban el año escolar.
  • 95-96% de los adolescentes en secundaria mantienen su permanencia en el sistema educativo.
  • 82% de los egresados de duodécimo año estudian, trabajan o ambas.
  • 91% no ha presentado conductas de riesgo como embarazo adolescente, consumo de drogas o delitos.
  • 330 beneficiarios en el programa desde kínder hasta la universidad.
  • 21 estudiantes universitarios y 5 ya graduados

“Cada uno de ellos ha salido de las estadísticas de asistencialismo y se ha integrado a la fuerza laboral del país, mejorando no solo su vida, sino también el tejido social de Costa Rica”, agregó Chaves.

Eficiencia y sostenibilidad del modelo

Mientras el Estado invierte en promedio ₡130.000 mensuales por niño en las Redes de Cuido, con atención solo hasta los 12 años y sin trazabilidad posterior, Casa de los Niños logra una atención integral, sostenida y más eficiente con un costo promedio de ₡85.000 mensuales.

El programa no sustituye al hogar ni entrega subsidios directos, sino que fortalece a las familias para que desarrollen autonomía, estabilidad y nuevas perspectivas de vida.

“Hemos comprobado que la verdadera transformación no ocurre por la ayuda material, sino por el acompañamiento constante que reconstruye el pensamiento y la autoestima. Cuando un niño comienza a transformar su visión del mundo a través del acompañamiento emocional, la formación humana y, paralelamente, trabajamos con sus padres o encargados, se pueden romper los patrones que perpetúan la pobreza. El acompañamiento profesional, el seguimiento permanente de las necesidades y el trabajo interdisciplinario e interinstitucional, hace posible un cambio real y sostenible. Es un trabajo de todos: familia, profesionales, instituciones y comunidad”, puntualizó Chaves.

Un llamado a los futuros líderes del país

La Fundación invita a los candidatos presidenciales a:

  • Conocer en detalle el programa integral implementado en Tirrases de Curridabat, que actualmente atiende a 340 menores de edad.
  • Revisar sus resultados y analizarlo como modelo replicable en otras comunidades vulnerables.
  • Asumir un compromiso público con políticas que impulsen programas integrales de niñez y adolescencia como estrategia clave contra la pobreza.

La Casa de los Niños se ha consolidado como un modelo de intervención social comprobado, que demuestra que la pobreza no se supera con asistencialismo, sino con educación, acompañamiento emocional y desarrollo humano integral.