En colaboración con:
Colaboración con agencia

La gastronomía es el nuevo protagonista.

En una era donde los viajeros buscan más que solo un lugar para quedarse, la gastronomía ha emergido como el nuevo pilar del lujo, transformando la experiencia hotelera en un viaje culinario inolvidable. 

Esta tendencia no es casualidad; estudios recientes de la industria del turismo de lujo revelan que más del 70% de los viajeros consideran la oferta culinaria un factor crucial al elegir un destino o alojamiento. Según datos de la consultora de hospitalidad L.E.K. Consulting, un 60% de los viajeros de lujo están dispuestos a pagar más por experiencias gastronómicas personalizadas y exclusivas.

Esta evolución ha llevado a los hoteles costarricenses a elevar su propuesta culinaria, ofreciendo no solo comidas, sino experiencias inmersivas que atraen tanto a huéspedes como a la comunidad local. Desde cenas privadas hasta clases de cocina y festivales gastronómicos, la comida se ha convertido en una parte fundamental de la narrativa del lujo.

Tres hoteles nacionales se destacan en esta área y lo son Hideaway Río Celeste, en Guatuso, El Silencio Lodge, en Bajos del Toro y Nayara Resorts, en La Fortuna. 

El hotel Hideaway Río Celeste, quien se destaca con su restaurante Kantala. Aquí, el chef ejecutivo fusiona la cocina tradicional con técnicas de vanguardia, creando platos extraordinarios a partir de ingredientes sencillos. El restaurante se enorgullece de su compromiso con la comunidad, obteniendo productos frescos y caseros de productores locales para apoyar a los vecinos, una parte fundamental de su filosofía. La pasta, elaborada a mano con los mejores ingredientes, es un claro ejemplo de la pasión detrás de cada plato.

Gabriela Mora, gerente general del hotel Hideaway Río Celeste menciona que "en nuestro restaurante Kantala hemos comprobado cómo los huéspedes buscan una conexión más profunda a través de la gastronomía. Valoran no solo la frescura y calidad de los ingredientes locales, sino también el compromiso que mantenemos con la comunidad al apoyar a los productores vecinos."

La experiencia culinaria del hotel se complementa con Café Romance un acogedor espacio para disfrutar de café de especialidad acompañado de fina repostería artesanal y cuenta con su propio  café de especialidad que se puede comprar en grano o molido para disfrutar en casa.  Mandarina un restaurante que invita a un viaje de sabores inspirados en la cocina asiática. y está abierto para la cena únicamente. 

El Silencio Lodge & Spa se ha consolidado como un referente de la gastronomía de finca-a-la-mesa. Inspirados por el bosque nuboso, sus restaurantes transforman ingredientes de su propia huerta y mini-finca orgánica en platos que celebran los sabores locales y las tradiciones agrícolas. Además de su destacada oferta culinaria, el lodge organiza festivales gastronómicos y ofrece clases de cocina, permitiendo a los huéspedes sumergirse de lleno en la cultura culinaria del país.

El restaurante Las Ventanas ofrece vistas serenas del bosque, mientras que la mixología artesanal, profundamente enraizada en lo natural, complementa la experiencia. 

Sofía’s Café y Pastelería Gourmet completa la oferta con un paraíso para los amantes del café y la repostería. Este vibrante espacio ofrece desde croissants hojaldrados hasta delicados macarons, preparados con el mismo nivel de artesanía y pasión que caracteriza a la alta cocina, convirtiendo un simple café en una experiencia de lujo por derecho propio.

Paola Bolaños, sales manager de El Silencio Lodge señala que “nuestra filosofía 'de la finca a la mesa' es el corazón de nuestra oferta gastronómica, honrando los sabores y transformando los ingredientes de nuestra propia huerta en una celebración de la cultura local. Pero la experiencia no termina allí. En Sofía´s Café, demostramos que la misma dedicación y artesanía se extienden a la pastelería y al café. Hemos visto un enorme interés en nuestras clases de cocina y festivales gastronómicos, lo que confirma que nuestros huéspedes no solo quieren disfrutar de una comida, sino también aprender y conectarse con la esencia culinaria de Costa Rica. Al combinar estas experiencias, ofrecemos un paraíso para los amantes de la comida que buscan un lujo auténtico y significativo en cada bocado”.

Además, el hotel contrata en su mayoría proveedores locales como parte de su responsabilidad social y son miembros Relais & Chateaux, que es una membresía que inició en Francia que hoy en día se encuentra en todo el mundo; al cual pertenecen Hoteles y Restaurantes con estrellas Michelín donde lo local, auténtico y la alta gastronomía son claves.

Nayara Resorts eleva la experiencia gastronómica con una diversa oferta de restaurantes, cada uno con su propio carácter. La Terraza del Arenal ofrece alta cocina latinoamericana con vistas al volcán, utilizando productos locales y de temporada. Asia Luna fusiona la cocina tradicional asiática con ingredientes costarricenses, en un viaje culinario que refleja un cruce de culturas. Por su parte, Amor Loco invita a un viaje a través de los ricos sabores de Costa Rica, mientras que Mis Amores trae la auténtica cocina del norte de Italia, con pizzas al horno de leña y pasta preparada en vivo.

Nayara también cuenta con Nostalgia es un bar acogedor con un sistema de dispensado de vinos importado de Italia, que ofrece vinos exclusivos de Latinoamérica y Europa. El local tiene una decoración íntima, con detalles en cuero y madera. Además de vinos, el bar sirve una selección de bocadillos y otras bebidas. Los clientes pueden sentarse en el bar o en el balcón.

Además, cuenta con Ayla un restaurante especializado en comida mediterránea. Para los amantes del café. 

Por su parte, Jonathan Rojas, Client Relations & Marketing Manager de Nayara Resorts indica que “hemos sido testigos de un cambio fundamental en las expectativas de nuestros huéspedes. Ya no buscan solo una comida; buscan una narrativa culinaria. Por eso, hemos creado una variedad de experiencias gastronómicas que reflejan la riqueza de Costa Rica. Nuestro enfoque en los ingredientes locales y las técnicas de alta cocina nos permite ofrecer un lujo auténtico que deleita los sentidos y crea recuerdos duraderos."

Estos hoteles están demostrando que la comida es mucho más que nutrición; es una forma de arte, un vehículo para contar historias y una herramienta poderosa para conectar a los viajeros con la cultura y la comunidad locales.