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Sentarse alrededor de una fogata puede ser una forma agradable de pasar tiempo con sus hijos, familiares y amigos.

Sin embargo, al incluir niños pequeños, es importante tener en cuenta el riesgo de quemaduras y saber cómo prevenirlas y actuar en caso de que ocurran.

"Es casi como parte del ritual de la vida", dice la Dra. Denise Klinkner directora del centro de traumatología pediátrica y cirujana pediátrica en Mayo Clinic (Minnesota), sobre las reuniones sociales alrededor del fuego. "Pero hay que tomarlo en serio para mantener un entorno seguro y divertido".

La Dra. Klinkner advierte a los adultos a mantenerse alertas y conscientes, especialmente en lo que respecta al estado del fuego y a la ubicación de los niños.

Los menores, especialmente los más pequeños y en edad preescolar, son naturalmente curiosos y aún están desarrollando su coordinación, eso hace que tengan más probabilidades de tropezar o acercarse demasiado a la fogata. Por esta razón, la mayoría de las quemaduras en niños ocurren en las manos y suelen ser de segundo o incluso de tercer grado.

Estos son algunos peligros comunes a tener en cuenta:

  • Herramientas y pinchos calientes: los pinchos para asar y tenedores metálicos pueden causar quemaduras o incluso lesiones oculares si un niño los agarra o tropieza con ellos.
  • Grasas de los alimentos: la grasa que gotea puede aumentar las llamas y causar quemaduras más graves.
  • Acelerantes como líquido para encendedor: estos productos pueden provocar explosiones al entrar en contacto con el fuego o agravar las quemaduras si entran en contacto con la piel. Además, los adultos deben asegurarse de que estos productos estén bien cerrados para evitar que un niño pequeño los ingiera accidentalmente.
  • Hogueras de gas propano: aunque son prácticas, pueden explotar si no se manejan correctamente.

No es necesario renunciar a las fogatas para mantenerse seguro. La experta ofrece estos consejos:

  • Mantenga una distancia segura: establezca un límite claro alrededor del fuego que los niños sepan que no deben cruzar.
  • Supervise constantemente: siempre tenga un adulto vigilando el fuego y los niños.
  • Evite los acelerantes: nunca utilice gasolina ni líquido para encender o avivar el fuego.
  • Enseñe reglas de seguridad contra incendios: enseñe a los niños a disfrutar del fuego de forma segura y, en el caso de los mayores, muéstrales qué hacer en caso de emergencia. Tenga a mano agua o mantas para apagar el fuego.
  • Apague completamente: asegúrese de que el fuego esté completamente apagado cuando haya terminado la actividad.
  • Técnica de seguridad contra incendios: "detenerse, tirarse al suelo y rodar" para apagar las llamas en caso de que la ropa o la piel de un niño se incendien.

Si un niño sufre quemaduras leves o ampollas, la Dra. Klinkner sugiere seguir los siguientes pasos:

  • Aplique un paño húmedo y frío sobre la quemadura para ayudar a enfriarla hasta que el dolor disminuya. No utilice agua fría, ya que la temperatura corporal de los niños puede bajar rápidamente.
  • Ponga un vendaje limpio y seco sobre la quemadura, colocándolo de forma suelta. Esto bloquea el flujo de aire sobre la zona afectada, a menudo responsable del dolor intenso.  
  • Busque ayuda médica de inmediato, especialmente en casos de quemaduras más grandes, profundas o graves.

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