
La psicóloga Catalina Chaves Fournier señala que la infancia debe recuperarse como etapa fundamental de la vida y no vivirse como un entrenamiento para la adultez.
Cada 9 de septiembre Costa Rica celebra el Día del Niño, una fecha que este 2025 invita a reflexionar sobre los retos que enfrentan las nuevas generaciones. La mayoría de padres y madres crecieron en un entorno distinto, con dinámicas sociales menos aceleradas. Hoy, las agendas escolares saturadas, el uso excesivo de pantallas, la exposición temprana a noticias de violencia y la falta de espacios seguros para jugar hacen que la niñez se viva con altos niveles de presión y ansiedad.
La psicóloga Catalina Chaves Fournier, directora de la Casa de los Niños, advierte que muchas veces los adultos no dimensionan la velocidad con la que se ha transformado la infancia. “Estamos exigiendo a los niños que rindan como adultos, olvidando que la infancia no es un entrenamiento para la vida, sino una etapa fundamental de la vida misma”, indicó.
Nuevos desafíos y signos de alerta
En Costa Rica cada vez más niños presentan dificultades para dormir, baja tolerancia a la frustración y problemas de concentración. Hablar de estos nuevos desafíos es clave para que las familias y docentes comprendan que no se trata de menores “flojos” o “malcriados”, sino de una generación que crece bajo presiones distintas a las de décadas pasadas.
Algunos signos de sobrecarga emocional en los niños son:
- Dolores de cabeza o estómago recurrentes sin causa médica aparente.
- Irritabilidad, llanto frecuente o reacciones explosivas.
- Dificultad para concentrarse en tareas escolares.
- Desmotivación frente a actividades que antes disfrutaban.
- Conductas de aislamiento o dependencia excesiva de la tecnología.
Consejos para los padres
Chaves Fournier propone acciones sencillas para devolver a los niños espacios de bienestar y libertad:
- Recuperar el valor del juego libre: tiempo sin horarios, pantallas ni evaluaciones.
- Equilibrar la exigencia académica con actividades creativas, artísticas o deportivas.
- Limitar el acceso a noticias violentas y redes sociales que generan preocupaciones ajenas a su edad.
- Validar las emociones: escuchar y reconocer cuando un niño expresa cansancio, preocupación o tristeza.
“Los niños de hoy necesitan adultos que les recuerden que no tienen que cargar con el mundo en sus hombros. Necesitan espacios de juego, amor y seguridad para crecer sanos. Ese es el mejor regalo que podemos darles en el Día del Niño”, puntualizó.
En el marco de esta conmemoración, especialistas coinciden en que lo más importante es que los pequeños recuperen lo que nunca debieron perder: la alegría de ser niños.