Laboratorio Comunitario de Diálogo Migrante evidenció deuda del país con quienes sostienen sectores como el turismo, agricultura, construcción y el trabajo doméstico.
Por primera vez, un Laboratorio Comunitario de Diálogo Migrante en Guanacaste reunió a personas migrantes, activistas, académicas, y autoridades para señalar los retos que enfrentan la población migrante, pero también para proponer soluciones que serán presentadas a candidatos a diputaciones y a la presidencia en las elecciones de febrero del 2026.
El encuentro, realizado el 22 de agosto en la sede de la Universidad de Costa Rica (UCR) en Liberia, fue un espacio inédito en la provincia donde la migración, en su mayoría nicaragüense, forma parte esencial de la vida económica y social.
Allí, audiencia y panelistas compartieron experiencias, datos y reflexiones que evidenciaron la deuda pendiente del país con quienes sostienen sectores clave como el turismo, la agricultura, la construcción y el trabajo doméstico.
Compromisos y propuestas
Cada asistente recibió una hoja de compromisos y participó en la formulación de propuestas para mejorar la inclusión y la atención a la población migrante. El encuentro propició el intercambio de información valiosa sobre acciones y espacios ya existentes en beneficio de la población migrante.
Además, la audiencia sugirió que la hoja de ruta que se construya a partir de estas propuestas sea llevada a las mesas de autoridades, hacedores de política pública y a las candidaturas a diputaciones y a la presidencia en las elecciones nacionales de 2026.
En una provincia donde cantones como La Cruz tienen casi una quinta parte de población migrante, el Laboratorio puso en evidencia inequidades profundas que afectan a quienes forman parte esencial de la fuerza laboral.
La defensora y refugiada política nicaragüense Iris Barrera lo resumió así:
Nadie está exento de migrar. Mientras más entendamos la migración, más empáticos seremos con quienes habitan este territorio”.
Derechos laborales y la salud sexual y reproductiva en la agenda
Los principales ejes de discusión fueron la violación de los derechos laborales de las personas migrantes en Guanacaste y las limitaciones de acceso a la salud sexual y reproductiva de las mujeres migrantes.
Roberto de la Ossa, director del documental Bachero que cuenta la historia de trabajadores de la construcción nicaragüenses, destacó la deuda del Estado costarricense:
Costa Rica recibe a las personas migrantes para trabajar, pero no termina de implementar su propio Plan Nacional de Integración”.
El investigador Gustavo Gatica López subrayó la situación de las mujeres.
La pobreza tiene rostro de mujer migrante. Muchas están en empleos informales con bajos salarios, y regularizar su estatus les cuesta hasta un 75% de su ingreso mensual. Además, mientras cuidan a hijos de familias costarricenses, no tienen acceso al cuido para los suyos”.
Por su parte, el académico Esteban Barboza fue contundente al afirmar que "vivimos en un mundo racista, clasista y xenófobo. En Costa Rica siempre ha habido una distinción entre quién es bienvenido y quién no”.
En cuanto al acceso a salud sexual y reproductiva Elizabeth Villarreal, cofundadora de la Colectiva Volcánicas que aboga por estos derechos para las mujeres migrantes, expresó:
(Nosotras) también tenemos derecho a construir una vida en dignidad, a pensar y a habitar un territorio en dignidad”.
La abogada costarricense Larissa Arroyo advirtió sobre la falta de datos sobre la prestación de servicios e irregularidades cuando de la población extranjera se trata:
Cuando no hay datos, no se pueden crear políticas públicas para la protección de las mujeres migrantes. Apuesto por la cultura de la denuncia para evidenciar las fallas”.
Además, Laetitia Deweer, directora de Desarrollo y Estrategia de CEPIA (Cultura, Educación y Psicología para la Infancia y la Adolescencia), una organización sin fines de lucro en Guanacaste, señaló la precariedad cotidiana: "Muchas mujeres se automedican porque no tienen acceso a la seguridad social”.
Desde el ámbito institucional, el director del Hospital de Liberia Enrique Baltodano Briceño, doctor Marvin Palma, reconoció los retos del sistema de salud y abogó por que la cultura binacional en la atención médica brindada por la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) siga prevaleciendo “porque esta es la naturaleza de nuestra zona”, dijo, refiriéndose a la provincia guanacasteca.
La población migrante constituye más de 10% del total de habitantes en Costa Rica. El 7 % de la población residente en Guanacaste es migrante, según datos oficiales.
El Laboratorio Comunitario de Diálogo Migrante fue organizado por La Voz de Guanacaste, medio regional bilingüe y sin fines de lucro que desde hace más de 20 años impulsa periodismo ético y participativo en la provincia.