
Revisar el estado de las llantas puede marcar la diferencia entre una conducción segura y un imprevisto en carretera.
Los neumáticos son uno de los elementos más importantes para la seguridad y el desempeño de un vehículo. A pesar de ello, muchas personas pasan por alto su revisión constante. Un mantenimiento adecuado no solo prolonga su vida útil, sino que también ayuda a prevenir accidentes y garantiza un mejor rendimiento del vehículo.
Según datos de la inspección técnica vehicular en Costa Rica, uno de los problemas detectados con mayor frecuencia de los últimos años es el desgaste irregular o excesivo en las llantas, una condición que representa un riesgo importante para la seguridad vial.
Por su parte, la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA), reporta que en Estados Unidos se registran alrededor de 11 000 accidentes al año relacionados con el mal estado de las llantas, los cuales provocan más de 600 muertes anuales.
Jorge Sánchez, gerente de Ventas de Ford, explicó:
Pequeñas acciones del día a día, como revisar la presión de aire o el desgaste de la banda de rodamiento, hacen una gran diferencia. Adoptar estos hábitos no solo mejora el desempeño del vehículo, sino que también promueve una conducción más segura y eficiente”.
Para evitar riesgos innecesarios y garantizar una conducción óptima, Ford, con el respaldo de Grupo Purdy, comparte cinco consejos esenciales para el correcto mantenimiento de las llantas de un vehículo:
- Verifique la presión de las llantas con regularidad. Tener una presión adecuada según el modelo y tipo de llanta es vital para una conducción segura y eficiente. Esta información está disponible en el manual del conductor o en una etiqueta en la puerta del conductor.
Si las llantas están desinfladas, podrían aumentar la distancia de frenado, reducir la estabilidad del vehículo y elevar el riesgo de ponchaduras. Por el contrario, una presión mayor a la recomendada puede afectar la tracción, especialmente en superficies mojadas. Además, es fundamental revisar también la presión de la llanta de repuesto, ya que podría ser clave en una emergencia.
Tecnologías como el Sistema de Monitoreo de Presión de Llantas (TPMS) de Ford alertan al conductor si alguna llanta presenta una presión incorrecta, ayudando a prevenir incidentes en carretera.
- Esté atento al desgaste irregular. Un desgaste desigual en la banda de rodamiento podría indicar problemas en la alineación, el balanceo o la suspensión del vehículo. Realizar revisiones periódicas permite detectar estos signos a tiempo y evitar un manejo inestable.
- Evite la exposición prolongada a temperaturas extremas. Las condiciones climáticas pueden afectar significativamente el rendimiento de las llantas. En climas cálidos, las altas temperaturas pueden acelerar su desgaste y aumentar la posibilidad de ponchaduras, especialmente si se conduce a gran velocidad. En zonas frías, el caucho puede endurecerse y perder tracción.
- Revise la fecha de fabricación de sus llantas. Aunque no se usen, las llantas se degradan con el tiempo debido a la naturaleza de sus materiales. Por eso, se recomienda revisarlas y reemplazarlas si han pasado más de cinco años desde su fabricación, aun cuando aparenten estar en buen estado.
Sánchez añadió:
No siempre se tiene presente que las llantas también tienen una fecha de vencimiento. Incluso si no presentan daños visibles, una llanta vencida puede perder sus propiedades y comprometer la seguridad del vehículo”.
Para verificar esta fecha, se debe observar los números grabados en los costados de la llanta: los dos primeros indican la semana de producción y los siguientes el año.
- Realice inspecciones periódicas. Aunque algunas fallas no son visibles a simple vista, llevar su vehículo a un centro de servicio autorizado permite una revisión profesional y oportuna.
Durante estas inspecciones también es importante verificar si hay objetos incrustados, como clavos o piedras que puedan generar fugas de aire o daños estructurales que ameriten un cambio por una llanta nueva, ya que no se recomienda repararlas o reencaucharlas. Este tipo de chequeos garantiza que las llantas estén en condiciones óptimas para enfrentar cualquier terreno o clima.
Las llantas son el único elemento que contacta directamente el pavimento, y su estado puede ser la diferencia entre evitar un siniestro vial o sufrirlo. Un monitoreo constante y mantenimiento adecuado no solo protege a quienes viajan dentro del vehículo, sino también al resto de personas en la vía.