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La actividad solemne se realizó hoy en el Auditorio de Bomberos, en Santo Domingo de Heredia.

Fortaleciendo a la familia como el principal espacio para una convivencia segura, vínculos sanos, cuidado y protección; acompañándola en el desarrollo de las capacidades parentales; propiciando que las conexiones reales sean más importantes que las tecnológicas; promoviendo el interés superior y apelando a la corresponsabilidad de toda la sociedad para hacer realidad los derechos de 1.2 millones de niños en Costa Rica; así vive el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) su 95 aniversario (15 de agosto).

La actividad solemne se realizó el 14 de agosto, en el Auditorio de Bomberos, en Santo Domingo de Heredia. En este espacio participaron de 200 representantes del Sistema Nacional de Protección a la Niñez y la Adolescencia (que agrupa a 27 instituciones, 85 Juntas de Protección y 85 Subsistemas Locales de Protección y Comités Tutelares), los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial; familias, personas menores de edad y medios de comunicación.

La presidenta ejecutiva del PANI, Kennly Garza, indicó que:

Al conmemorar el 95 aniversario del Patronato Nacional de la Infancia, no celebramos únicamente una institución. Celebramos una visión. Una convicción profunda que ha guiado a Costa Rica durante casi un siglo: que la infancia no es una etapa pasajera, sino el fundamento mismo de nuestra República”.

“Hoy, ser madre, padre, cuidador o persona menor de edad implica navegar entre tecnologías, brechas sociales, desafíos emocionales y nuevas formas de relación.  La familia sigue siendo el primer entorno protector, pero necesita acompañamiento. Y el PANI, como hace 95 años, continúa siendo ese faro que no se apaga”, agregó.

En la celebración se hizo un recorrido histórico, desde la creación del PANI el 15 de agosto de 1930, la primera Declaración de Derechos del Niño en ese mismo año, la promulgación del Día del Niño en 1946, el rango constitucional alcanzado en 1949, la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990, el Código de la Niñez y la Adolescencia en 1996, hasta la aprobación de la Política Nacional de la Niñez y la Adolescencia (2024-29036). Toda esta trayectoria, marcada por basta normativa, transformaciones de la institucionalidad y sobre todo, cambios en la cultura y la cotidianidad de la vida de los niños, niñas, adolescentes y sus familias.

Sobre la gestión actual, se destacó que el PANI atiende a más de 27 mil niños, niñas, adolescentes y sus familias en programas preventivos como Centros Infantiles de Cuido y Desarrollo Integral (CIDAI), Academias de Crianza, Centros de Intervención Temprana, Unidades Móviles, Consejos Participativos, Subsistemas Locales de Protección y la Red Nacional de Adolescentes.  

Además, cuenta con una plataforma tecnológica de consultas y denuncias que atiende cerca de 100 mil llamadas por año, y que tiene, como pocos países en el mundo, servicios especializados para las niñas, niños y adolescentes: Línea 1147, WhatsApp 8989-1147, Línea para adolescentes madres 800-2262626, mensajería privada y atención en todas las redes sociales. Esta plataforma se enlaza con el Sistema Nacional de Emergencias y cuando la situación es de altísima gravedad y peligra la vida, tiene 10 Departamentos de Atención y Respuesta Inmediata que actúan atienden y protegen, las 24 horas, en todo el país. 

Cada año, el PANI atiende en promedio a 130 mil niños, niñas y adolescentes por situaciones violatorias de derechos. La atención de estas denuncias se concentra en el trabajo con las familias con el fin de contenerlas, repararlas, modificarlas y eliminar los riesgos; y con el objetivo que las personas menores de edad continúen en ese entorno protector.  

Cuando el riesgo persiste, se aplican medidas de abrigo y cuido temporal y se prioriza en la ubicación de las personas menores de edad con familias: 88% se ubican en acogimiento familiar, 9,5% en organizaciones no gubernamentales y 2,5% en albergues. La mayoría regresan con sus familias, y solo cerca de 100 son ubicados con fines adoptivos.

Todo este trabajo se realiza con 1.630 colaboradores, un presupuesto cercano a los ₡100 mil millones y una gestión ágil y eficiente que alcanza una ejecución presupuestaria del 93%. Sin embargo, los recursos siguen siendo limitados, especialmente ante nuevos encargos legales como el Código Procesal de Familia (que requiere cerca de 500 plazas nuevas), 20 Oficinas Locales para responder a la demanda proyectada a cinco años (280 plazas) y el fortalecimiento de las Oficinas Locales existentes (69 plazas).

La presidenta ejecutiva enfatizó que:

Hoy, al cumplir 95 años, podemos decir con orgullo que el PANI no solo honra su historia: la transforma. En los últimos dos años, hemos alcanzado logros sin precedentes: formulamos nuestro Plan Estratégico Institucional, con enfoque de gestión por resultados, basado en evidencias y rendición de cuentas. Lanzamos la Política Nacional de la Niñez y Adolescencia 2024–2036 y  fortalecimos los Departamentos de Atención y Respuesta Inmediata, que garantiza atención 24/7 en casos de altísima gravedad”.

También mencionó el plan de inversión para fortalecer la infraestructura institucional, el fortalecimiento de la supervisión técnica y financiera de las organizaciones no gubernamentales, se oficializaron y actualizaron reglamentos, manuales y protocolos clave (72 horas, femicidio, relaciones impropias, egresos hospitalarios, conflictos familiares, modelo de atención especializado para población en conflicto con la ley y consumo, entre otros. En especial, se resolvió el caso Elena Téllez ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, un pendiente que el país tenía hace 20 años”, indicó.

“La protección integral de la niñez y la adolescencia exige la coadyuvancia y la corresponsabilidad de todos los sectores de la sociedad. Del Estado, de las familias, de las comunidades, de las empresas, de los medios de comunicación, de cada persona adulta que entienda que el presente de Costa Rica se juega en la infancia. Seguimos. Con coraje, con convicción, y con la certeza de que el presente y futuro de Costa Rica se escribe desde la niñez. Y el PANI está aquí para defenderlo”, concluyó Garza.

Reconocimientos

El PANI hizo un reconocimiento a programas institucionales y privados que de destacan por la participación real de los niños, niñas y adolescentes: Rancho Ventura, Dyalá Castro Interactiva, Ligas Atléticas Policiales, Festival Estudiantil de Artes, Prevención del Trabajo Infantil y protección a la persona adolescente trabajadora, Gobiernos Locales en favor de la niñez, Sistema Nacional de Educación Musical (SINEM), Espacios Seguros, Creciendo Juntas, Centros Cívicos para la Paz, Cruz Roja y Guías y Scouts de Costa Rica. 

Espacio de formación

Los 200 participantes tuvieron un espacio de formación en materia de ciberseguridad y delitos impartido por la Fiscalía Adjunta de Atención de Hechos de Violencia en perjuicio de Niñas, Niños y Adolescentes (FANNA); Seguridad y prevención de accidentes desarrollado por el Instituto Nacional de Seguros (INS); las infancias basadas en conexiones reales y no en pantallas, impartido por la Unidad Móvil de Heredia-PANI y la importancia de la escucha activa, compartido por Dyalá Castro Integrativa.