
En 2024 las importaciones crecieron más del 500%.
Cientos de agricultores que cultivan cebolla están viendo cómo su trabajo de años, su tierra y su inversión se desmoronan frente a una competencia desleal y una avalancha de importaciones sin control.
En el 2024, las importaciones de cebolla aumentaron un 504%. Costa Rica pasó de importar 868 mil kilos en 2022 a más de 8,3 millones de kilos en 2024. Y todo indica que 2025 podría cerrar con cifras similares o incluso más altas, porque solo hasta el mes de mayo ya se habían importado más de 4,5 millones de kilos.
El costo de producción por kilo de cebolla en la zona norte de Cartago es de ¢420 antes del secado, mientras que al día de ayer, según el boletín oficial de CENADA, la cebolla seca tiene un precio de ¢500, con lo cual es imposible que al agricultor se le compre a un precio superior a los 250 colones.
German Morales, Manager Partner de Grant Thornton, señaló:
Producir un kilo de cebolla en Costa Rica cuesta, en promedio, más de ¢670 si se considera la cosecha, el secado y el transporte. En contraste, la cebolla que ingresa desde Perú lo hace a un precio promedio de $0,64 por kilo, es decir, menos de ¢350 al tipo de cambio actual”.
A esto se suma un fenómeno aún más preocupante: el precio pagado al productor nacional ha venido en descenso, mientras el consumidor final continúa enfrentando precios elevados en los puntos de venta. En algunos casos, el consumidor está pagando hasta ¢1.500 por kilo de cebolla. Esto representa un margen de hasta tres veces el precio de ingreso al país.
Además del impacto económico, hay una dimensión sanitaria preocupante. Existen reportes y evidencia visual de que parte de la cebolla importada presenta hongos como el carboncillo, que deteriora el producto y puede generar riesgos de salud. Las muestras ya fueron entregadas a la Universidad de Costa Rica para su análisis en laboratorio.
La trazabilidad de estos productos importados es débil. No hay garantías de que cumplan con los controles fitosanitarios exigidos por nuestras leyes. Esta es una amenaza para la salud y un golpe más al agricultor nacional.
Producción nacional en abandono
En Costa Rica, más de 2.500 familias dependen directamente del cultivo de cebolla. Se produce principalmente en Zarcero, Cartago, Santa Ana, Guanacaste y zonas del Valle Central.
Estas regiones han demostrado que la producción nacional puede abastecer completamente el mercado costarricense, si se le otorgan las condiciones necesarias.
La vocera de la Asociación de Horticultores del Irazú, Gilda González, explicó:
Esto no es un llamado contra el comercio exterior. Es un llamado a equilibrar la cancha. A defender la producción nacional cuando está en juego nuestra supervivencia. Porque esto no se trata solo de cebollas: se trata de soberanía alimentaria, de empleo rural, de desarrollo local y de justicia para quienes alimentamos al país”, dijo
Urge acción del Estado
Aunque se han presentado denuncias por parte del Ministerio de Agricultura contra importadores irregulares, el sector sigue esperando resultados concretos. Existen más de 100 personas registradas como importadores de cebolla, muchas sin historial empresarial claro, lo cual favorece prácticas de subfacturación, triangulación y falta de rendición de cuentas.
Los productores de cebolla solicitan cinco cosas básicas:
- Revisión inmediata de los permisos de importación.
- Refuerzo real en los controles
- Transparencia en los registros de
- Regulación que priorice el producto nacional en su época de
- Aplicación de la Ley de Protección al Consumidor, que exige identificar el país de origen de todo producto perecedero.
Martín Redondo, uno de los agricultores afectados, señaló:
También hacemos un llamado directo al consumidor: usted tiene el poder de proteger al agricultor costarricense. Comprar cebolla nacional hoy es una forma de construir país. Costa Rica no puede darse el lujo de abandonar a quienes la alimentan”, dijo