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Cada 12 de agosto, el mundo conmemora el Día de la Juventud, una oportunidad para reflexionar sobre los retos y oportunidades que enfrentan las nuevas generaciones.

En Costa Rica, cientos de adolescentes crecen sin la protección de sus familias en instituciones públicas o privadas y al cumplir la mayoría de edad, deben iniciar una vida independiente muchas veces sin redes de apoyo, herramientas o incluso un proyecto de vida planteado.

Las personas jóvenes que egresan de estos programas suelen enfrentarse a barreras significativas: acceso limitado a empleo, falta de vivienda segura, dificultades para continuar sus estudios y escasos recursos para sostenerse económicamente. Estas condiciones aumentan el riesgo de exclusión social y perpetúan ciclos de vulnerabilidad.

En Aldeas Infantiles SOS Costa Rica posicionaron que creen que la transición a la vida independiente debe estar acompañada por un compromiso en conjunto: políticas públicas más sólidas, oportunidades de formación y empleo inclusivas, y el involucramiento de toda la sociedad para que ningún joven enfrente este camino solo. Entonces surge la gran pregunta: ¿En qué lugar o institución pueden estas personas buscar ayuda o tener un apoyo?

"Cumplir 18 años marca un nuevo comienzo. Para quienes crecieron sin la protección de sus familias en instituciones públicas o privadas, también significa enfrentar la vida adulta con menos redes y más desafíos. Este es un momento decisivo en el que el apoyo puede marcar la diferencia entre la vulnerabilidad y un futuro lleno de oportunidades. En Aldeas Infantiles SOS trabajamos para que cada joven cuente con las herramientas, el acompañamiento y las conexiones necesarias para construir su autonomía y alcanzar sus metas. Apoyarles hoy es invertir en una sociedad más justa, solidaria e inclusiva para todos", mencionó Jahir Porras, director del programa de empleabilidad YouthCan! de Aldeas Infantiles SOS.

¿Cómo puede ayudar la sociedad?

  • Generando oportunidades de empleo: Empresas y emprendedores pueden abrir sus puertas con programas de contratación inclusiva.
  • Ofreciendo mentoría y capacitación: Profesionales voluntarios pueden guiar a jóvenes en el desarrollo de habilidades técnicas y de vida.
  • Apoyando con becas y recursos educativos: Facilitar el acceso a estudios superiores o técnicos puede cambiarles la vida.
  • Brindando redes de apoyo comunitario: Vecinos, asociaciones y organizaciones pueden crear espacios seguros donde los jóvenes se sientan acompañados.
  • Promoviendo políticas públicas inclusivas: La ciudadanía puede exigir y respaldar leyes que garanticen el bienestar de quienes egresan del sistema de protección.

"En Aldeas Infantiles SOS Costa Rica creemos que las juventudes son clave para el desarrollo de nuestra sociedad. Con nuestra Estrategia Nacional de Juventudes apoyamos a jóvenes en situación de vulnerabilidad, impulsando sus habilidades para la vida y la empleabilidad. Nuestro compromiso es acompañarlos en la construcción de un futuro con más oportunidades y menos vulnerabilidad. En Aldeas Infantiles SOS, nos enorgullece ser parte de esta solución, trabajando mano a mano con nuestros jóvenes para que alcancen su máximo potencial", destacó Shirley Solano Torres, directora nacional de Aldeas Infantiles SOS.

Invertir en las personas adolescentes que van a egresar de una alternativa de cuido no es un acto de caridad, sino una inversión inteligente y justa para construir una sociedad más equitativa, donde cada persona tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.