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Se espera que Wi-Fi 8 llegue al mercado global en 2028, incorporando como eje principal la ultra alta confiabilidad (UHR, por sus siglas en inglés)

Mientras en muchos países de Latinoamérica todavía se avanza en la adopción de Wi-Fi 6 y apenas se empieza a explorar el potencial de Wi-Fi 7, la industria tecnológica ya proyecta el futuro con el desarrollo de Wi-Fi 8, una nueva generación de conectividad inalámbrica que promete transformar la forma en que nos conectamos y trabajamos.

Este enfoque busca resolver uno de los principales desafíos actuales: las interrupciones y variaciones en la calidad de la señal, que afectan videollamadas, clases virtuales, transmisiones en vivo y juegos en línea.

Aunque la velocidad máxima de las generaciones actuales de Wi-Fi ya supera lo necesario para la mayoría de aplicaciones, la verdadera necesidad está en asegurar una conexión estable y sin interrupciones, especialmente en un contexto donde el número de dispositivos conectados sigue creciendo y las redes se vuelven cada vez más densas y complejas.

Según un informe de Cisco, en 2022 más del 50 % del tráfico global de datos móviles se descargó a través de redes Wi-Fi, lo que demuestra el papel esencial que juega esta tecnología en el ecosistema digital. Wi-Fi 8, además de mantener el uso de las bandas de frecuencia actuales (2.4 GHz, 5 GHz y 6 GHz), incluirá avances para aprovechar el espectro de forma más eficiente, aumentar la capacidad de las redes y reducir la latencia.

Entre las principales innovaciones que se esperan en Wi-Fi 8 destacan:

  • Mayor alcance y eficiencia energética, permitiendo conexiones más estables y de mayor calidad a distancias más largas.
  • Optimización dinámica del espectro, con tecnologías como Dynamic Sub-channel Operation (DSO) y Non-Primary Channel Access (NPCA), que permitirán utilizar canales de manera más inteligente y adaptativa.
  • Coordinación avanzada entre puntos de acceso, mediante Multi-AP, Coordinated Spatial Reuse y Coordinated Beamforming, mejorando la gestión de redes “mesh” y reduciendo interferencias en entornos con alta densidad de dispositivos.
  • Mejoras significativas en seguridad, con sistemas de autenticación y protección más robustos contra ataques y fraudes.
  • Soporte para inteligencia artificial, que permitirá optimizar la red en tiempo real según los hábitos y necesidades de los usuarios.

Patricia Velásquez, directora adjunta para Colombia, Centroamérica y el Caribe, explicó:

En nuestra región, donde cada inversión tecnológica debe maximizarse, anticipar las tendencias globales es clave. Wi-Fi 8 no solo implica mayor velocidad, sino una transformación en la confiabilidad, seguridad y capacidad de las redes. Estar al tanto de estas innovaciones permite a empresas, universidades y gobiernos planificar mejor sus inversiones, evitar obsolescencia temprana y garantizar infraestructuras listas para el futuro digital de Latinoamérica”.

Si bien Wi-Fi 8 todavía se encuentra en etapa de investigación y desarrollo, es fundamental que los tomadores de decisiones comiencen a considerar estos avances al planear actualizaciones de infraestructura tecnológica. Pensar a largo plazo permitirá a las organizaciones ser más competitivas, eficientes y estar preparadas para soportar nuevas aplicaciones y servicios, como inteligencia artificial avanzada, Internet de las Cosas (IoT), realidad extendida y entornos colaborativos digitales.