
Le invito a regresar, por un momento, a su niñez o juventud, específicamente a la época de la primaria o secundaria. Ahora, piense: ¿cuál es el recuerdo más bonito que tiene? Puede ser alguna anécdota divertida, un logro importante que alcanzó o esa sensación de compañerismo y apoyo.
Es muy probable que, en muchos de esos recuerdos, esté presente algún trabajador de la educación.
Tal vez fue la atención de una persona docente que lo hizo sentir acompañado, escuchado, y que vio un potencial que ni siquiera usted mismo notaba. Quizás fue un favor del personal administrativo, o un “buenos días” del oficial de seguridad. Aunque parezcan gestos pequeños, tienen un impacto duradero en los estudiantes, y su influencia puede trascender por años.
Esto es solo una muestra del valor de los trabajadores de la educación que, desde diferentes trincheras, impulsan el desarrollo social y crean oportunidades para un futuro mejor.
Se trata de un sector sólido y reconocido, que ha luchado durante décadas por mejorar sus condiciones y defender sus derechos.
En la Sociedad de Seguros de Vida del Magisterio Nacional, a lo largo de los más de 100 años que tenemos de trayectoria, hemos sido testigos de innumerables historias de superación y vocación. Por la naturaleza de nuestro servicio, vamos más allá: interactuamos con sus familias y círculos cercanos, donde también es imposible no notar la huella imborrable de un trabajador de la educación.
Por eso, es un honor trabajar cada día para procurar que el legado de estas personas perdure toda la vida. Incluso, después de su partida, su impacto sigue vivo y continúa inspirando a nuevas generaciones.
A lo largo de nuestra historia centenaria, hemos sido parte activa de las transformaciones del país. Y, con orgullo, hemos contribuido a mejorar la calidad de vida de los trabajadores de la educación y sus familias, mediante una gestión eficiente y transparente de su póliza mutual de vida. Esto nos ha permitido llevar apoyo y tranquilidad a miles de hogares.
Ya sea en los gastos de una carrera profesional, el inicio de un proyecto o el alivio de cancelar deudas de largo plazo, nuestro propósito es que el impacto de los trabajadores del sector educativo trascienda, y se refleje en bienestar real para quienes los rodean.
Hoy más que nunca, en un entorno cambiante que demanda valores sólidos desde la infancia, no dejemos de valorar a quienes sostienen con vocación la base del desarrollo social.
Porque detrás de cada profesional, artista, emprendedor o científico, hubo alguien que creyó en él desde un centro educativo. Valorar a los trabajadores de la educación es valorar la historia que nos trajo hasta aquí y las oportunidades que aún podemos construir como país.
En la Sociedad de Seguros de Vida del Magisterio Nacional, seguiremos honrando su legado con nuestro servicio.
¿Y usted?
Artículo escrito por: Georgina Díaz, gerente General Sociedad de Seguros de Vida.