La muestra del fotógrafo Paul Garnier Rímolo estará abierta del 17 de julio al 16 de agosto en el Centro Cultural Costarricense-Norteamericano.
El fotógrafo costarricense Paul Garnier Rímolo presenta la exposición La oscuridad de la luz, una propuesta visual que "busca ser un espacio de diálogo, reflexión crítica y toma de conciencia colectiva sobre la urgencia de proteger a la niñez frente a toda forma de violencia. A través del arte, se espera contribuir a la conversación sobre la necesidad de justicia, reparación y responsabilidad social en torno al abuso infantil".
La muestra se exhibirá en las Galería Sophia Wanamaker del Centro Cultural Costarricense-Norteamericano (CCCN) desde el 17 de julio hasta el 16 de agosto, con entrada gratuita.
A través de imágenes simbólicas, la exposición aborda la relación entre autoridad, silencio institucional y las experiencias de distintas personas. Más que una denuncia directa, la obra invita a cuestionar las estructuras sociales y culturales que influyen en estas realidades, fomentando un diálogo sobre responsabilidad, justicia y reparación social.
El director cultural del CCCN, Juan Diego Roldán, detalló:
Las dinámicas del poder instauradas en las estructuras institucionales, sin importar su índole, siempre generan asimetrías que inclinan la balanza con un peso descomunal. Este poder, sometido a la gravedad de la impunidad, se desliza con un aceleramiento devastador que, al final, aplasta de forma contundente los anhelos, la existencia y el equilibrio emocional de seres vulnerables que no tienen forma de defenderse ante este asfixiante y brutal avasallamiento”.
La iniciativa también refleja una problemática con alcance global y local, considerando casos documentados en diferentes países y la particularidad del contexto costarricense, donde la influencia de figuras religiosas ha sido históricamente significativa. Con este trabajo, Garnier busca aportar a la reflexión colectiva y al fortalecimiento de la conciencia social a través del arte.
“La intención de esta muestra es la de levantar un espejo enorme que nos confronte con las dinámicas del poder y el abuso contra los más vulnerables. Pero también retrata el silencio y la negación, porque en un escenario de inequidad y violencia simbólica, la estructura de poder se asienta y se adormece en sus propias narrativas, estrategias y sorprendentes recursos. Y en ese adormecimiento, quiebra la responsabilidad colectiva de denunciar y defender a quien ha sido despojado”, agregó Roldán.
La exposición estará disponible para el público general durante un mes y ofrece un espacio para la sensibilización y el diálogo sobre temas complejos y relevantes para la sociedad.