
Nuevas tensiones geopolíticas, aumento de costos y avances tecnológicos redefinen el panorama para operadores logísticos y transportadores.
La industria logística global está viviendo una transformación sin precedentes. Las crecientes tensiones geopolíticas, las disputas comerciales, la volatilidad de las tarifas de flete y la aceleración tecnológica están obligando tanto a transportadores como a proveedores logísticos a replantear sus estrategias de manera urgente. Así lo revela un estudio reciente realizado por Boston Consulting Group (BCG), en alianza con Alpega Group, empresa líder en soluciones digitales para la gestión logística.
La encuesta, en la que participaron más de 140 líderes de empresas que operan en todo el mundo, destaca cinco temas clave que están dando forma al nuevo paradigma logístico. Estos son: el impacto directo de los aranceles en los costos operativos, la importancia crítica de las renegociaciones de contrato, el uso emergente (aunque aún limitado) de la inteligencia artificial generativa (GenAI), la lenta adopción del nearshoring y una marcada desconexión entre los discursos de sostenibilidad y las decisiones reales de compra.
Christopher Weisz, managing director y socio de BCG, señaló:
Estamos ante un punto de inflexión para la logística y el transporte. La resiliencia, la eficiencia y la digitalización ya no son lujos, sino condiciones mínimas para sobrevivir en este entorno altamente disruptivo”.
El reporte resalta que los aranceles están elevando los costos en todos los frentes. Así, casi el 80% de los transportadores informa un aumento de gastos debido a aranceles e impuestos, mientras más del 50% también enfrenta tiempos de tránsito más largos, siendo el transporte marítimo el más afectado.
Además, se revela una desconexión importante entre transportadores y proveedores logísticos. Mientras que el 68% de los transportadores buscan renegociar sus contratos de flete para reducir costos, los proveedores logísticos priorizan alianzas estratégicas, diversificación de rutas y automatización.
Aunque ambos grupos enfrentan retos similares, sus respuestas son dispares. Por ejemplo, casi la mitad de los proveedores ya están adaptando sus operaciones al nearshoring, acercando la producción a los mercados de consumo para reducir riesgos, mientras que solo el 16% de los transportadores ha tomado acciones concretas en ese sentido. Esta brecha evidencia la necesidad urgente de una agenda colaborativa que alinee estrategias y tiempos de ejecución.
Por otro lado, el estudio hace hincapié en la lenta adopción de la inteligencia artificial en este sector. Aunque muchos reconocen el potencial transformador de la GenAI, su implementación sigue siendo escasa: Solo uno de cada diez proveedores logísticos la ha integrado en sus operaciones, a pesar de considerarla la innovación más disruptiva del sector.
Weisz explicó:
La inteligencia artificial generativa puede mejorar la interacción entre las distintas partes, generando transparencia y eficiencia, incluso automatizando muchos procesos apalancando agentes. Pero para que genere valor real, las empresas deben empezar a adoptarla ya, con pilotos controlados que produzcan resultados concretos”.
Otro de los hallazgos de este reporte es la brecha entre el compromiso declarado con la sostenibilidad y la práctica real. Mientras que alrededor del 40% de los proveedores logísticos europeos consideran que la sostenibilidad es una prioridad estratégica, solo el 13% de los transportadores la incluye entre sus criterios al seleccionar proveedores. Es decir, el precio sigue mandando en la toma de decisiones, dejando en segundo plano las métricas ecológicas.
Este desajuste representa una oportunidad para que los proveedores lideren un cambio cultural, educando al cliente sobre cómo las prácticas sostenibles pueden también generar eficiencia operativa, reducción de costos a largo plazo y mayor transparencia.
BCG propone una hoja de ruta clara para que transportadores y proveedores logísticos naveguen estos desafíos con éxito. Entre las recomendaciones están:
- Diseñar juntos nuevas estrategias de resiliencia, como almacenes fiscalizados, hubs logísticos neutrales y estrategias multipuerto.
- Alianzas tempranas para el nearshoring, compartiendo planes y capacidades con anticipación.
- Iniciar pilotos de GenAI de bajo riesgo, como emparejamiento automatizado de transportadores y mejoras en atención al cliente.
- Optimizar costos de forma colaborativa, con rutas compartidas y planificación inteligente.
- Reformular la sostenibilidad como ventaja competitiva, no como simple narrativa de marketing.
Si bien transportadores y proveedores logísticos enfrentan desafíos similares, sus respuestas están desconectadas. Para sobrevivir y prosperar en un mundo de disrupción constante, ambos deben dejar de actuar por separado y empezar a planificar de forma conjunta.