
700 unidades en estuche y 2 200 en acrílico.
El Banco de Costa Rica (BCR) informa que este miércoles 23 de julio 2025 tendrá a disposición de los clientes y usuarios 2 900 unidades de la moneda de ¢100 alusiva al primer motivo de la colección del “Patrimonio Cultural Inmaterial” emitida por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
La moneda del “Swing criollo” tiene un costo ¢ 9 000, indistintamente de su presentación en estuche o en acrílico y puede ser adquirida en las oficinas BCR según el siguiente detalle:
- San José: BCR Oficinas Centrales, BCR Paseo Colón y BCR San Rafael de Escazú
- Guanacaste: BCR Liberia y BCR Nicoya
- Alajuela: BCR Barrio San José
- BCR Puntarenas
- BCR Cartago
- BCR Limón
- BCR Heredia
- BCR Quepos
Cada oficina tendrá un número limitado de numerario, por lo que la venta de la moneda está sujeta a disponibilidad hasta agotar existencias.
Por disposición del ente regulador cada persona podrá adquirir un máximo de dos monedas, esto con el objetivo de que llegue a la mayor cantidad de público posible y en un afán de evitar especulación posterior.
Según señala el BCCR se contará con una moneda de circulación regular que no mostrará colores en su diseño, para su uso como medio de pago y que mantiene su valor nominal de ₡100.
Sobre el swing criollo
Según información del BCCR a mediados del siglo XX, los salones de baile de la capital costarricense fueron escenario del surgimiento del swing criollo, una expresión dancística resultado de la combinación entre ritmos musicales basados en la cumbia y giros propios del baile del swing estadounidense de los años 1950. El swing criollo estableció características particulares en Costa Rica que lo hacen único; no obstante, este baile nació en un ambiente de clandestinidad, reservado para estratos marginados de la sociedad josefina de aquella época.
Así, el swing criollo comenzó a adquirir sus características propias, que dotaron de identidad a quienes protagonizaban la escena dancística de los salones, y poco a poco empezó a difundirse entre otros grupos poblacionales que previamente estigmatizaban dicha danza. Hoy en día el swing criollo es sumamente popular, y en el 2012 fue declarado por la Comisión Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial (CONAPACI), como una manifestación del patrimonio cultural inmaterial costarricense, mediante decreto No. 37086.