Más de 15 comunidades recibieron apoyo humanitario tras las lluvias.

Más de 15 comunidades guanacastecas afectadas por las lluvias recibieron apoyo humanitario, recursos y mejoras en la infraestructura de albergues temporales, gracias a una donación de $100.000 realizada por BAC a la Asociación Creciendo Juntos. La inversión forma parte de los fondos recaudados en la campaña Yo me uno por Guanacaste, lanzada en noviembre pasado tras las emergencias climáticas en la provincia.

El aporte fue ejecutado durante el primer semestre del año, priorizando a personas en condición de vulnerabilidad y articulando esfuerzos con organizaciones comunales para garantizar una distribución efectiva de los recursos.

“En BAC creemos en una banca con propósito, que responde con agilidad y sensibilidad cuando las comunidades más lo necesitan. Esta alianza con Creciendo Juntos nos permitió llevar ayuda concreta, enfocada y transformadora a quienes enfrentaban momentos críticos”, afirmó Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC.

Apoyo inmediato y reactivación productiva

En las etapas iniciales, la ayuda se enfocó en quienes habían perdido casi todo. En Coyolito se entregaron 50 colchones, principalmente a personas con discapacidad y adultas mayores. En Corralillos, se distribuyeron alimentos y productos de limpieza a más de 100 familias, en coordinación con las estructuras organizativas comunitarias, lo que permitió una atención eficiente y cercana.

Además, la donación impulsó la recuperación económica a través del proyecto Huertas Caseras, que brindó apoyo directo a productores y emprendedores rurales en 13 comunidades donde el 75% de las familias habían perdido sus cultivos y recursos. Con la entrega de semillas, sistemas de riego, tanques de agua y fertilizantes, todas las huertas retomaron producción, generando alimentos frescos para el consumo familiar y fortaleciendo pequeños emprendimientos.

“Gracias al valioso aporte de BAC, desde Creciendo Juntos se logró actuar rápidamente, brindando apoyo inmediato y acompañando procesos de recuperación, resiliencia e infraestructura en las comunidades. Este respaldo se tradujo en oportunidades reales para muchas familias y comunidades, que enfrentaron grandes desafíos”, destacó Elsa Bonilla, directora de la Asociación Creciendo Juntos.

Infraestructura comunitaria más digna y accesible

Con el objetivo de mejorar las condiciones de los albergues oficiales ubicados en salones comunales de la zona, que deben habilitarse cada año debido a las recurrentes inundaciones, se destinaron esfuerzo en mejorar estas infraestructuras en coordinación con la Comisión de Emergencia local. En el salón comunal, se realizó una remodelación completa de los baños, incluyendo un baño accesible para personas con discapacidad.

En Palmira, se iniciará la construcción de duchas internas y un nuevo sanitario, como parte de una mejora en la infraestructura existente. Estas nuevas instalaciones se suman a los servicios ubicados en el exterior del edificio, buscando ofrecer opciones más seguras y accesibles para personas con discapacidad, adultos mayores y madres con niños pequeños.

Esta iniciativa conjunta permitió actuar con rapidez y sensibilidad, fortaleciendo la red de apoyo en momentos de crisis. Las comunidades beneficiadas recibieron asistencia básica acompañada de herramientas concretas para reconstruir su día a día con dignidad, acceso a alimentos y espacios comunales seguros. El resultado es una intervención eficaz, que reafirma el valor de sumar esfuerzos entre el sector privado y las organizaciones locales para atender emergencias desde la urgencia, pero también desde la transformación.