
Según una encuesta de la plataforma, más del 70% de los anfitriones en Costa Rica no consideran su actividad en la plataforma como su ocupación principal.
Cada vez más ticos están utilizando Airbnb como una herramienta para obtener ingresos adicionales al compartir sus espacios de forma ocasional a través de la plataforma. Según datos internos de Airbnb, en 2024, los anfitriones ocasionales —aquellos que comparten su espacio por menos de un tercio del año— crecieron casi 10% durante el 2024 comparado con el año anterior, representando más de 30% del total de anfitriones activos en Costa Rica Rico.
Esta tendencia responde a una necesidad creciente de obtener ingresos extra para mantener la calidad de vida. De acuerdo con una encuesta de Airbnb, el 15% de los anfitriones en el país utilizan Airbnb como una vía para generar ingresos que les ayuden a enfrentar el aumento en el costo de vida, lo que refleja cómo esta alternativa se ha convertido en una solución económica accesible y adaptable.
Irma Castellón Cálix, anfitriona ocasional en Airbnb, comentó:
Construimos nuestro chalet en Poás durante la pandemia como un refugio familiar, sin pensar en alquilarlo. Con el tiempo, al no visitarlo tan seguido, decidimos compartirlo en Airbnb. Ha sido una experiencia hermosa y gratificante ver cómo otros disfrutan lo que creamos con tanto cariño. En estos dos años hemos mantenido una calificación de 5 estrellas y recibido mensajes que nos llenan el corazón”.
Esto ha hecho que más personas ofrezcan sus alojamientos cuando no los están utilizando. Por ejemplo, según una encuesta interna de Airbnb realizada en 2024, casi el 20% ofrecen su alojamiento para coincidir con eventos locales, y casi el 25% lo hace mientras están de vacaciones. Los meses con más registros de anfitriones ocasionales durante 2024 fueron diciembre, noviembre y octubre, coincidiendo con las temporadas de mayor movimiento turístico y vacaciones. Entre las municipalidades con más anfitriones ocasionales destacan Jaco, Cantón, San José y Tamarindo, lo que refleja el atractivo de distintas regiones del país tanto para visitantes como para anfitriones.
El director de Políticas Públicas y Comunicaciones de Airbnb para Centroamérica y el Caribe, Carlos Muñoz, señaló:
Convertirse en anfitrión ocasional es una gran oportunidad para obtener ingresos adicionales, especialmente cuando tu espacio no está ocupado. En estos momentos de inestabilidad económica, Airbnb permite a más personas generar ingresos adicionales de manera flexible".
Además de representar una opción para generar ingresos, estos anfitriones están impulsando el turismo local y ayudando a redistribuir la derrama económica hacia comunidades diversas, más allá de las zonas hoteleras tradicionales.
De hecho, en Costa Rica Rico, casi el 40% de las reservas corresponden a turismo doméstico. Durante el primer semestre de 2024, Puntarenas (más del 25%), Guanacaste (más del 25%), Alajuela (aproximadamente 20%), Heredia (casi el 10%) y Cartago (más del 5%) recibieron la mayor cantidad de huéspedes de su propia provincia, evidenciando una clara tendencia a redescubrir y valorar sus entornos más cercanos.
Con ello, Airbnb reafirma su compromiso con ser un líder responsable en la industria de viajes, trabajando para impulsar la economía del turismo local en Costa Rica y esforzándose por cumplir con las regulaciones establecidas para los hospedajes a corto plazo en el país. Además, Airbnb innova constantemente para su comunidad con la incorporación de equipos especializados, políticas y productos líderes en el sector para ayudar a que cada estancia sea una experiencia positiva para huéspedes y anfitriones.