Campaña “Esto No Es Pura Vida” denuncia inacción institucional y pide firmas ciudadanas para exigir aplicación del Decreto 44329.

La campaña nacional Esto No Es Pura Vida fue presentada este jueves 13 de junio con el objetivo de exigir a las instituciones del Estado y a las empresas distribuidoras de electricidad la implementación efectiva y sostenida de medidas para prevenir la electrocución de fauna silvestre, una problemática que afecta de forma crítica la biodiversidad del país.

Según datos de International Animal Rescue (IAR) Costa Rica, solo en la zona de Nosara se reportan casi 100 animales electrocutados al año. En el Caribe, el Jaguar Rescue Center atendió 53 casos en 2024. Las principales víctimas son monos congo, perezosos y tamandúas, especies que utilizan los tendidos eléctricos como rutas improvisadas debido a la fragmentación de su hábitat.

Un problema conocido sin respuesta eficaz

La campaña busca visibilizar un problema que, aunque documentado, sigue sin recibir atención efectiva. La directora de IAR Costa Rica, Gabriela Campos, explicó que el objetivo es “exponer la crueldad de un problema ya conocido y pedirle a las comunidades su apoyo a través de firma física o digital”. El llamado se dirige al Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y al Grupo de Electrificación Sostenible (GES) para que implementen de forma inmediata y nacional el Decreto Ejecutivo 44329.

El decreto fue publicado en enero de 2024 y establece responsabilidades para entidades públicas y privadas del sistema eléctrico en la prevención y mitigación de electrocuciones. Su aplicación efectiva debía comenzar en febrero de 2025, pero hasta el momento, según las organizaciones convocantes, no se ha observado cumplimiento sustantivo.

Centros de rescate atienden casos cada pocos días

Las electrocuciones son una de las principales causas de trauma severo y muerte en fauna silvestre. El Dr. Francisco Sánchez, director veterinario de IAR, indicó que estos eventos causan quemaduras internas y externas, y que “en casos extremos, sus cuerpos se prenden en fuego”. Agregó que “la recuperación es costosa, requiere tratamientos prolongados, personal capacitado y recursos significativos, y muchos animales nunca pueden volver a su hábitat natural”.

Además del daño individual, estas muertes pueden tener consecuencias ecológicas. En el caso de los monos aulladores, la muerte de un macho líder puede desencadenar infanticidios cuando otro macho toma su lugar, generando muertes indirectas. Asimismo, cientos de animales quedan huérfanos, lo que complica su rehabilitación.

Causas estructurales: desarrollo urbano y falta de aislamiento

De acuerdo con las organizaciones firmantes, las causas de las electrocuciones incluyen:

  • Desarrollo urbano no regulado que fragmenta hábitats silvestres.
  • Instalaciones eléctricas sin aislamiento térmico adecuado.
  • Miles de transformadores antiguos sin protección.
  • Falta de aplicación de las leyes vigentes, como la Ley de Conservación de la Vida Silvestre No. 7317 y la Ley Orgánica del Ambiente No. 7554.

El Decreto 44329 otorga al MINAE el rol fiscalizador y vincula a instituciones como el SINAC, SETENA, ARESEP, las municipalidades, el ICE, la CNFL, la ESPH, JASEC y las cooperativas eléctricas COOPELESCA, COOPEALFARORUIZ y COOPESANTOS.

Petición ciudadana abierta en línea

Ante la inacción institucional, la campaña Esto No Es Pura Vida llama a la ciudadanía a firmar digitalmente la petición disponible en el sitio web: https://www.estonoespuravida.org/

Las organizaciones esperan recolectar miles de firmas para exigir al Estado el cumplimiento inmediato del decreto y la adopción de medidas efectivas a nivel nacional.