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Centro educativo Nueva Esperanza impulsa formación integral con enfoque ambiental y recibe la primera Bandera Verde del país.

En el marco del Mes del Medio Ambiente, el Complejo Educativo Nueva Esperanza reafirma su compromiso con la sostenibilidad como eje transversal de su modelo formativo. A través del programa EcoEscuela, la institución ha transformado su espacio y cultura educativa para convertirse en un referente nacional en educación ambiental.

Desde la implementación del modelo, Nueva Esperanza ha reorganizado su campus bajo una lógica ecológica, incorporando prácticas diarias que fomentan el respeto por el entorno natural. Este enfoque ha generado identidad institucional en torno a la sostenibilidad, y promueve una mayor afinidad de toda la comunidad educativa con la protección del ambiente.

Una de las iniciativas más significativas ha sido el programa de manejo de residuos. Gracias a él, los residuos orgánicos se aprovechan para la elaboración de compost, que posteriormente se utiliza para nutrir los suelos del campus. Este tipo de acciones no solo optimizan los recursos, sino que se diseñan desde una lógica educativa que involucra activamente al estudiantado.

“La sostenibilidad no se enseña solo en el aula, se vive en cada rincón del colegio. Los estudiantes desarrollan habilidades de liderazgo, pensamiento crítico y conciencia ambiental al experimentar el impacto real de sus acciones en el entorno”, señaló David Cascante, coordinador de educación ambiental en Nueva Esperanza.

El reconocimiento más reciente al esfuerzo de la institución es la obtención de la Bandera Verde Ecológica como EcoEscuela, siendo la primera en Costa Rica en lograrlo bajo este esquema. Este galardón implica un seguimiento riguroso a la gestión ambiental del centro, pero también valida una propuesta educativa innovadora centrada en la participación estudiantil.

Proyectos como jardines autóctonos, talleres de reciclaje y el Proyecto Armonía son parte de un ecosistema educativo que busca formar agentes de cambio. Se enseña con el ejemplo y la práctica.

Con este enfoque, el Complejo Educativo Nueva Esperanza demuestra que es posible educar con conciencia ecológica desde edades tempranas, preparando a las nuevas generaciones para liderar los desafíos ambientales del presente y futuro.