En colaboración con:
Colaboración con agencia

Cuidar la salud de las mujeres no debería ser solo una opción, sino una prioridad como sociedad. Y es que hay enfermedades y condiciones que nos afectan exclusivamente a nosotras y que, muchas veces, se pueden prevenir si se les da la atención adecuada. Sin importar nuestra edad o dónde vivamos, tenemos derecho a disfrutar de un estado de salud óptimo.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que: la salud de las mujeres y niñas es motivo de especial preocupación. ¿La razón? En muchas sociedades, seguimos en desventaja por una discriminación arraigada en factores socioculturales que impiden que alcancen el mejor nivel de salud posible, ya sea por las relaciones de poder desiguales entre hombres y mujeres; las normas sociales que nos reducen las oportunidades de educación y empleo remunerado; los roles reproductivos de las mujeres; o la violencia física, sexual y emocional a la que estamos expuestas.

Muchas veces nos dejamos en último lugar. Pensamos primero en el bienestar de los demás y se nos olvida que también necesitamos cuidado. Un ejemplo claro: estamos pendientes de que los niños tengan todas las vacunas al día, pero no nos acordamos de que nosotras también necesitamos protegernos.

Las vacunas, de hecho, son clave para nosotras. La OMS asegura que la inmunización tiene un papel fundamental en la reducción de la mortalidad materna e infantil. Además, es un poderoso catalizador para la igualdad de género y la erradicación de enfermedades, dado que, al protegernos contribuyen a nuestro empoderamiento y participación activa en la sociedad.

Y hablando de amenazas para nuestra salud, el cáncer cobra mayor importancia, ya que es una de las causas principales de muerte en el mundo. Lo preocupante es que, según un informe de la Sociedad Americana contra el Cáncer, difundido a inicios de este año, esta enfermedad está afectando más a las mujeres que a los hombres. Mientras ellos muestran una baja en los casos, los diagnósticos en mujeres jóvenes están en aumento.

Otro tema que la sociedad suele normalizar, pero que es un verdadero tormento es la migraña. Sigue siendo un importante problema de salud pública, un trastorno especialmente frecuente y molesto para las mujeres. Nosotras tenemos tres veces más probabilidades de padecer migrañas que los hombres y, además, una de cada cuatro mujeres experimenta esta enfermedad en su vida.

La migraña no es poca cosa, es el trastorno neurológico más común y, de hecho, la séptima causa principal de discapacidad a nivel mundial. Específicamente, cada año se pierden alrededor de 157 millones de días de trabajo por la migraña.

En conclusión, es urgente cerrar brechas en salud que nos afectan a las mujeres. No solo para vivir más, sino para vivir mejor, con bienestar físico, mental y emocional. ¡Ya es hora de poner nuestra salud donde merece: en el centro!

Artículo escrito por Lucila Mouro, líder de negocios senior de la industria farmacéutica.