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Programa voluntario busca aliviar el dolor y humanizar la atención médica en uno de los centros más concurridos del país

Cada año, más de 8.000 pacientes son ingresados al Hospital del Trauma del INS. En medio de procesos médicos complejos y largos periodos de recuperación, muchos de ellos han encontrado consuelo en una inesperada aliada: la música.

Desde hace varios meses, este centro médico implementa el programa Música para la Salud, una iniciativa que permite a músicos voluntarios recorrer los pasillos del hospital llevando ánimo, serenidad y esperanza a pacientes, familiares y personal de salud.

El proyecto, impulsado inicialmente por la Unidad de Cuidados Intensivos Humanizada, forma hoy parte de una estrategia institucional de bienestar holístico, orientada a mitigar el Síndrome Post Hospitalización y el Síndrome Post UCI.

“La música es una herramienta poderosa para humanizar el entorno hospitalario y mejorar la experiencia de quienes atraviesan momentos difíciles. Su impacto positivo se refleja en el estado emocional, físico y mental de nuestros pacientes”, explicó la doctora Jeny Pereira, encargada del programa de Humanización.

En el marco del Día Mundial de la Música, el hospital hace un llamado a los músicos del país para sumarse a esta experiencia transformadora. Durante el 2024, se han realizado más de 80 sesiones musicales en distintos espacios del centro médico.

El programa también está abierto a personas voluntarias y estudiantes universitarios que deseen realizar sus horas de práctica en áreas como trabajo social, risoterapia, musicoterapia o acompañamiento espiritual. Los interesados deben coordinar su visita con la Unidad de Humanización al 2296-9599 ext. 4601 o 4880, o por WhatsApp al 8774-3401.

Beneficios de la música en el entorno hospitalario:

  • Alivio del dolor: complementa el manejo del dolor reduciendo su percepción.
  • Estimulación cognitiva: fomenta la memoria y la atención.
  • Reducción del estrés y la ansiedad: crea espacios relajantes y acogedores.
  • Mejora del estado de ánimo: genera emociones positivas y eleva la calidad de vida.
  • Humanización del ambiente hospitalario: transforma los espacios en lugares más cálidos y empáticos.