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Griffith Foods se ha propuesto generar un impacto positivo desde todos los frentes de su operación, articulando esfuerzos entre colaboradores, proveedores y clientes.

En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, Griffith Foods Centroamérica y Caribe reafirma su compromiso con la construcción de sistemas alimentarios sostenibles que contribuyan a restaurar la naturaleza, mejorar los medios de vida y garantizar una nutrición accesible y responsable para las generaciones actuales y futuras.

Con una visión transformadora hacia el 2030, la compañía se ha propuesto generar un impacto positivo desde todos los frentes de su operación, articulando esfuerzos entre colaboradores, proveedores y clientes. Esta visión se materializa en su plan global Aspiraciones 2030, el cual orienta las acciones de sostenibilidad hacia tres grandes metas, entre ellas, la de construir redes de sistemas alimentarios sostenibles como eje para restaurar ecosistemas y fortalecer comunidades.

Uno de los pilares de este enfoque es la agricultura regenerativa, entendida como un conjunto de prácticas que priorizan la salud del suelo, la biodiversidad, la gestión responsable del agua y la reducción de emisiones, al tiempo que buscan hacer más productiva y rentable la actividad agrícola. Actualmente, Griffith Foods lidera una docena de proyectos piloto en distintas regiones del mundo, adaptando soluciones a contextos específicos.

En Costa Rica, un ejemplo destacado ha sido el trabajo conjunto con Propica, una agroindustria costarricense que procesa pimienta en la zona de San Carlos. A través de iniciativas enfocadas en seguridad, calidad y salud ocupacional, se promovieron prácticas agrícolas sostenibles que permitieron a los agricultores de pimienta blanca obtener la certificación Rainforest Alliance, mejorando así tanto su impacto ambiental como su acceso al mercado.

¿Qué significa la certificación Rainforest Alliance?

Es un reconocimiento global que garantiza prácticas agrícolas sostenibles. Las fincas certificadas cumplen con rigurosos criterios ambientales, sociales y económicos: protegen la tierra, usan menos plaguicidas, enfrentan el cambio climático y promueven condiciones laborales justas.
Además, un sistema de verificación con auditores independientes asegura el cumplimiento de estos estándares, enfocados en mejorar el bienestar de los agricultores y cuidar el planeta.

Desde el ámbito operativo, Griffith Foods Centroamérica y Caribe ha demostrado avances significativos en eficiencia ambiental durante los últimos seis años. Entre los logros más relevantes destacan:

  • Una reducción del 39% en el consumo de agua por tonelada producida, pasando de 2.61 m³/ton en 2020 a 1.60 m³/ton proyectado para 2025.
  • Una disminución del 24% en el consumo eléctrico, pasando de 116.0 kWh/ton a 88.4 kWh/ton.
  • Un avance significativo en gestión de residuos, con una reducción del 54% en desechos enviados a relleno sanitario por tonelada producida y un aumento del 22% en residuos valorizables, reforzando así el compromiso de la empresa con la economía circular.

Este esfuerzo forma parte de su propósito como compañía: nutrir al mundo fusionando creatividad y cuidado. Una declaración que guía cada decisión de Griffith Foods y que pone al planeta y a las personas en el centro de su estrategia.

“Adoptar una mentalidad regenerativa no significa sólo reducir impactos negativos, sino transformar nuestras formas de producción y relación con el entorno para generar valor compartido”, sostienen voceros de la organización.

Con esta visión, Griffith Foods continúa evolucionando hacia una industria alimentaria más responsable, que entiende el cuidado del planeta no como un desafío aislado, sino como una responsabilidad integral y continua.