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El diseño urbano es una solución clave para la adaptación climática de la infraestructura y las comunidades.

Las intensas lluvias y desbordamientos que han afectado a Costa Rica durante la última semana nos refuerzan la urgencia de repensar el desarrollo urbano bajo un enfoque sostenible. Estos eventos extremos no solo comprometen la seguridad humana, sino que generan pérdidas significativas y permanentes en viviendas y las pertenencias de quienes las habitan. Además, afectan la infraestructura vial y los servicios básicos, interrumpiendo la movilidad, el abastecimiento y las actividades económicas.

Según datos de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), de enero a mayo de 2025 se han registrado 670 emergencias por inundaciones, lo que representa un aumento de un 160% en comparación con las 256 emergencias que ocurrieron en el mismo periodo del año anterior. Las zonas más afectadas son los cantones de Golfito (44 incidentes), Quepos (42 incidentes) y Alajuela (33 incidentes), donde se han presentado daños en la infraestructura vial, viviendas y el desplazamiento forzado de familias. Además, el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) estima que al menos uno o dos ciclones tropicales podrían afectar al país de forma indirecta durante la temporada de huracanes 2025. Estas cifras reflejan una creciente frecuencia y magnitud de huracanes e inundaciones que exigen atención inmediata desde la planificación.

“Ya no se puede hablar de planificación sin abordar cómo adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático extremo. La falta de preparación ante huracanes e inundaciones es uno de los mayores retos en la región. Históricamente, la planificación urbana en América Latina no ha integrado adecuadamente los riesgos climáticos, lo que ha exacerbado la vulnerabilidad de muchas de nuestras ciudades”, explica Paula Badilla, líder regional de sostenibilidad en Gensler Latinoamérica.

¿Cómo mitigar los efectos extremos del cambio climático en infraestructura?

La experta de Gensler señala que es necesario hacer una evaluación de riesgos climáticos con una perspectiva local, es decir iniciar cada proyecto con un análisis de las proyecciones climáticas y sus implicaciones específicas para la ubicación.

“Aunque no es una solución definitiva, integrar este análisis desde el inicio del diseño es crucial. En el nivel urbano, estamos promoviendo soluciones enfocadas en la gestión de aguas superficiales, la conservación de la biodiversidad y la conectividad de los ecosistemas intervenidos”, agrega Badilla.

Otro factor relevante es el diseño flexible, esto incluye la integración de soluciones basadas en la naturaleza como jardines de lluvia o jardines inundables, que permiten gestionar volúmenes de agua más grandes y patrones erráticos de precipitación. De esta manera, se mitigan las afectaciones a la población y se crea una infraestructura más resiliente.

El diseño urbano debe incorporar soluciones que preparen mejor a las ciudades para lluvias intensas y otros eventos climáticos extremos. Estas pueden ser estructurales como:

  • Jardines de lluvia en calles y plazas, 
  • Biojardineras en barrios residenciales.
  •  Creación de humedales urbanos o canales verdes que absorban el agua. 

También hay soluciones no estructurales igual de importantes: 

  • Elaboración de planes reguladores que eviten construir en zonas de riesgo.
  • Alertas tempranas y preventivas.
  • Educación comunitaria sobre el manejo del agua, y normas urbanas que promuevan su infiltración natural.

“En zonas propensas a inundaciones, por ejemplo, se pueden diseñar espacios públicos multifuncionales que sirvan como áreas de almacenamiento temporal durante tormentas, y como parques en días normales. No se trata solo de reaccionar, sino de diseñar ciudades que funcionen con la naturaleza, no contra ella”, comenta Emma Grun, líder regional de planificación y diseño urbano en Gensler Latinoamérica.

Desde su rol como firma de diseño, Gensler busca fortalecer procesos donde equipos multidisciplinarios crean y actualizan planes reguladores para reducir la exposición en áreas críticas, proponiendo estrategias integrales que conecten infraestructura urbana, planificación del suelo y naturaleza. La creación de cinturones verdes y corredores ecológicos, por ejemplo, se plantea dentro del marco legal vigente y en coordinación con instituciones públicas, como una herramienta clave para proteger suelos, mejorar la gestión del agua y fortalecer la resiliencia urbana en un país como Costa Rica, donde la naturaleza es un valor central del territorio.

“Uno de los pilares fundamentales en el enfoque hacia la resiliencia climática es el uso de herramientas tecnológicas avanzadas para realizar estudios de riesgo climático. Gensler cuenta con análisis climáticos y bases de datos internacionales que permiten gestionar grandes volúmenes de información y generar archivos climáticos a futuro”, comenta Badilla. 

Los cambios climáticos evolucionan y las proyecciones se actualizan periódicamente; por ello, los planes y diseños deben contemplar revisiones y ajustes continuos. Definir protocolos para evaluar indicadores de éxito y mecanismos de retroalimentación permite adaptar infraestructuras y políticas conforme surjan nuevos datos o se observe el desempeño real. El diseño de espacios multifuncionales y modulares, capaces de transformarse según las condiciones (por ejemplo, espacios que retengan agua temporalmente y luego retornen a uso público), refuerza la capacidad de respuesta ante incertidumbres futuras.

“En un país como Costa Rica, donde la naturaleza es parte esencial de nuestra identidad, enfrentar el cambio climático requiere integrar esa misma naturaleza en nuestras soluciones. Apostar por diseños y un marco de planificación enfocado en la resiliencia no solo protege vidas e infraestructuras, sino que fortalece nuestra capacidad de adaptación como sociedad”, agrega Grun.


Acerca de Gensler
Gensler es una firma global de arquitectura, diseño y planificación con 57 oficinas y más de 6,000 profesionales en América, Europa, Asia Pacífico, China Continental y Oriente Medio. Fundada en 1965, colabora anualmente con clientes en más de 100 países, abarcando 33 áreas de práctica que incluyen trabajo, estilo de vida, ciudades y salud. Guiada por la misión de crear un mundo mejor mediante el poder del diseño, Gensler se centra en el impacto positivo en la experiencia humana, integrando creatividad, investigación e innovación para ofrecer soluciones transformadoras. 
Gensler Costa Rica es la oficina líder para la región latinoamericana, que durante casi dos décadas ha sido referente en diseño y planificación estratégica.