Anoche, gracias a la noticia más sonada de la semana, soñé que era parte de un grupo de crimen organizado.

En el sueño, yo era el encargado de lavar la plata. Era muy cercano al líder del cartel y me preguntaba constantemente: ¿Cómo terminé metido en esto? ¿Qué necesidad tenía? Además, para terminar el drama del sueño, el grupo ya estaba en la mira de la DEA. Cuando desperté, por un segundo no salía de la angustia, hasta que recordé que no tengo vocación de narco y sonreí con una alegría absoluta al saberme libre de las garras de la DEA. ¡Pucha, qué paz, qué alegría! Por eso, hoy les traigo las mejores recomendaciones (audiovisuales) para escapar de la DEA.

Sicario (Prime Video y Apple TV)

Peliculón de acción, dirigida por casi nadie: don Denis Villeneuve (director de Dune y Blade Runner 2049). Acá, una agente del FBI (Emily Blunt, inserte sticker de corazones) es reclutada para una operación encubierta en la frontera entre EE. UU. y México. Acompañada de un exsicario (Benicio del Toro, inserte sticker de Fantasía), se expone a una estructura donde la legalidad es solo fachada y el sistema está lleno de corrupción. (Pasa en las películas, pasa en la vida, pasa en Costa Rica). La peli es tensa; vemos cómo el poder estatal actúa sin escrúpulos y cómo la guerra contra el narco opera en una zona gris permanente. Solo para aclararlo: no es un documental, pero casi.

En estas recomendaciones no incluyo Breaking Bad, Better Call Saul, The Sopranos y The Wire, pues estas series entran en otro top: “Mejores series de todos los tiempos”. Verlas es obligatorio, verlas es parte de la educación básica del amante del audiovisual, verlas es autocuido. Estas series son a la televisión lo que Crimen y castigo, Los miserables y Cien años de soledad son a la literatura; es decir, para hablar de ellas se debe tener la boca limpia, quitarse el sombrero y tomarse lo que se vaya a decir muy en serio.

Narcos / Narcos: México (Netflix)

Narcos sigue el ascenso y caída de Pablo Escobar (Wagner Moura, brillante pese a su incapacidad para hablar como colombiano) y su enfrentamiento con la DEA (Pedro Pascal, inserte sticker de perrito con cara de amor) en Colombia. Narcos: México, su continuación, se traslada a los orígenes del cartel de Guadalajara, con Diego Luna (amor de mis amores) como Miguel Ángel Félix Gallardo. Ambas series revelan cómo los narcos operan como estructuras paralelas al Estado, y cómo las agencias internacionales combaten el crimen mientras lo alimentan por omisión, corrupción o cálculo político. Uy, la canción de la intro, Tuyo, muero, morí, qué tremenda canción.

Si alguno de ustedes piensa que estas recomendaciones alimentan el crimen y la violencia, discrepo: el crimen y la violencia son alimentados por la desigualdad, la pobreza, la falta de oportunidades y una institucionalidad fracturada que no logra responder a las necesidades más urgentes de la población. Mis recomendaciones son puro oro.

Ozark (Netflix)

Un asesor financiero (Jason Bateman, a quien siempre llevo en mi corazón por la segunda mejor comedia de todos los tiempos, Arrested Development, solo superada por The Office) se traslada con su familia a los Ozarks para lavar dinero de un cartel. Nuestro protagonista convierte sus capacidades contables en una herramienta de supervivencia y, al mismo tiempo, en su veneno. La serie muestra cómo el crimen organizado no solo penetra las finanzas, sino que redefine lo doméstico y lo político, mientras cada decisión autodestructiva empuja a la familia más cerca del colapso.

Muchas gracias por leerme, espero que se mantengan lejos de los grupos al margen de la ley, que disfruten mis recomendaciones y que sea lo que Dios quiera. Eso.