La Inteligencia Artificial (IA) es una herramienta tecnológica que desbloquea múltiples capacidades aumentadas que pueden transformar radicalmente las vidas de toda la humanidad y otros seres vivos. Reimaginemos lo que es posible:
Por décadas, la tecnología prometió liberarnos, pero a menudo nos ató más al trabajo. La IA, sin embargo, tiene una promesa aún mayor: la capacidad aumentada de producir ocio. Imaginemos un futuro donde las necesidades básicas se cubren con menos horas de trabajo, o incluso con el trabajo automatizado de otros. Esto no es solo un sueño; es una oportunidad para ser creativos y empáticos, redefiniendo el valor de nuestro tiempo.
Con la IA, nuestra capacidad aumentada de crear impacto es ilimitada. Podemos satisfacer las necesidades de más personas, más rápido y en lugares más distantes. La agencia automatizada de la IA nos permite escalar nuestras buenas intenciones y generar un cambio significativo.
Además, hoy es más fácil que nunca unir fuerzas para la capacidad aumentada de crear nuevo valor. La colaboración, impulsada por la IA, nos permite co-crear soluciones y productos que benefician a muchísimos.
Aquellos adolescentes que antes vendían limonada en vacaciones, ahora pueden crear emprendimientos digitales con alcance global gracias a la IA. Su capacidad aumentada de emprender no tiene fronteras.
La capacidad aumentada de aprender es, quizás, uno de los regalos más grandes de la IA. Ya no hay límites imaginados para adquirir cualquier conocimiento o habilidad. La necesidad de un certificado está siendo reemplazada por el deseo insaciable de conocimiento, y la IA es la biblioteca y el tutor personal ilimitado.
Nuestro acto creativo, que antes se manifestaba solo por momentos, ahora puede encontrar resonancia agregada y perdurable con la nueva inteligencia aumentada. La IA no reemplaza la creatividad, sino que la potencia.
La colaboración es nuestra esencia como especie. Nuestra capacidad aumentada de conectar con otras personas se magnifica con la IA, permitiéndonos unirnos con quienes comparten nuestra visión, misión y valores para satisfacer necesidades colectivas de formas antes impensables.
La IA nos da la capacidad aumentada de transformar los conflictos globales más apremiantes. Podemos diagnosticar crisis planetarias, entender su complejidad y gestionarlas eficazmente entre muchas personas, más allá de las fronteras.
Imagina la capacidad aumentada de convertirnos en agentes de justicia. El talento que la IA liberará en la industria jurídica puede ser redirigido para buscar y aplicar la justicia en todos los rincones del mundo donde este ideal universal aún está lejos de cumplirse.
Finalmente, la IA refuerza nuestra capacidad aumentada de servir. Como especie interdependiente, nuestro bienestar depende de otros. Si no servimos a otros, no servimos para nada. La IA nos permite escalar nuestra vocación de servicio, llegando a más personas y con mayor eficiencia.
La IA representa oportunidades y amenazas. Dependerá del talento que la utilice y la ética con que se haga. Esta es una invitación a la grandeza.
Escuche el episodio 269 de Diálogos con Álvaro Cedeño titulado “Productividad aumentada”.
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Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio.