Dermatólogos recuerdan que los rayos ultravioleta pueden atravesar la lluvia, las nubes y los vidrios comunes de ventanas.
En el marco de la iniciativa "Costa Rica se cuida la piel", la Asociación Costarricense de Dermatología (Asoderma) hace un llamado a la población para que, durante la estación lluviosa, no deje de protegerse de los rayos ultravioleta provenientes del sol.
De acuerdo con esta organización, debido a la presencia de lluvias, clima ventoso y cielo nublado, las personas suelen bajar la guardia y dejan de utilizar protectores solares y otros escudos de fotoprotección como gorras, sombreros, mangas y otras prendas, pues estiman que la radiación ultravioleta (UV) ya no los afectará. Sin embargo, la realidad es otra.
La presidenta de Asoderma, Orietta Mata, explicó:
La radiación ultravioleta que da cáncer de piel es la claridad del día, la cual tenemos desde que amanece hasta que el sol se oculta, no importa si está lloviendo o si hay mucha nubosidad. Esta claridad no es solo la que nos encontramos cuando estamos al aire libre, sino también la que ingresa por las ventanas confeccionadas con vidrios comunes, es decir, sin tratamientos especiales contra los rayos UV”.
Dato D+: Anualmente en el territorio nacional se registra una tasa aproximada de 42,02 casos nuevos de cáncer de piel por cada 100 mil habitantes en hombres y de 42,46 casos nuevos por cada 100 mil habitantes en mujeres.
El uso de protectores solares en las áreas de la piel expuestas debe mantenerse como un hábito diario de salud. Mata agregó:
El cáncer de piel es el que más se diagnostica anualmente en Costa Rica. Debido a la cercanía geográfica que tenemos con el Ecuador, el nivel de radiación ultravioleta en nuestro país es muy alto, no solo en el verano sino también en el invierno”.
La doctora también alertó que “la incidencia de cáncer de piel es número uno en el país y cada vez se detecta esta enfermedad en poblaciones más jóvenes; estamos diagnosticando este cáncer en personas de entre 30 y 35 años, cuando antes las lesiones se veían en pacientes de 55 años en adelante”.
Tanto para Asoderma como para la Asociación Nacional Segunda Oportunidad de Vida (ANASOVI), agrupación que lucha por los derechos de pacientes de cáncer y otras enfermedades críticas, crónicas y degenerativas en Costa Rica; adquirir la costumbre de protegerse de los rayos que emite el sol es tan importante como utilizar los escudos apropiados para hacerle frente a esa radiación.
Ambas agrupaciones abogan por una actualización del protector solar que brinda la Seguridad Social a la ciudadanía, el cual, según su ficha técnica, tiene un factor de protección solar o FPS 15 y como ingrediente sulisobenzona, un filtro químico que absorbe principalmente los rayos UVB.
Para la dermatóloga, la alta radiación a la que diariamente está expuesta la población hace necesario el uso de protectores solares con un FPS 50+ de amplio espectro, que bloquee tanto a los rayos UVA que contribuyen al envejecimiento prematuro, incrementan el riesgo de cáncer de piel y pueden dañar el ADN de las células; como a los rayos UVB, que son los principales responsables de las quemaduras solares y aumentan también el riesgo de cáncer de piel.
La presidenta de Asoderma agregó:
Es importante que tengamos una conversación a nivel país sobre la actualización del protector solar. Si bien existen filtros de nueva generación que protegen contra todos los niveles de radiación, lamentablemente lo que se tiene a nivel institucional no los incluye. Por otra parte, el filtro químico que está presente en ese protector puede afectar los ecosistemas marinos cuando se desprende de la piel de los bañistas”.
Por su parte, la presidenta de Anasovi, Briseida Cantillo, añadió:
La institución debe invertir en una protección solar que realmente contribuya a prevenir el cáncer de piel. También es fundamental reforzar la educación, porque la gente cree que solo hay que cuidarse del sol, pero también hay que hacerlo de la luz que proviene de los dispositivos electrónicos. Como recomiendan los expertos, hay que usar productos con un factor de protección de 50 en adelante y que tengan filtros que ayuden a evitar lesiones en la piel”.
Adicionalmente, la doctora Marcela Vindas, farmacéutica y especialista en Gestión de Residuos de Medicamentos de la empresa Punto Seguro - MPD, complementó:
Hay que tener cuidado con los protectores solares que se estiman como más antiguos, porque contienen sustancias como la sulisobenzona, que consideramos un problema de salud pública y ambiental, por la capacidad que tiene la molécula de impactar negativamente en los recursos naturales”.
La farmacéutica indicó que se debe tener en cuenta que cuando las personas se aplican protector solar y luego se bañan, los residuos del producto se pueden filtrar hasta el mar y estos, según sea su composición, afectar a los corales, los cuales son fuente de sustento para la población y brindan protección costera, entre otros beneficios. Por lo que hace énfasis en que es vital utilizar protectores solares cuyos ingredientes sean eco amigables.
De acuerdo con la Dra. Vindas “diferentes estudios en Brasil, Estados Unidos y Europa mencionan que la sulisobenzona ha sido identificada como potencialmente dañina para los ecosistemas marinos, ya que puede contribuir al blanqueo de corales y dañar la biodiversidad marina. Por ejemplo, ocasionando la feminización de peces machos, así como daño renal y hepático en varias especies acuáticas, entre otras situaciones que alteran el equilibrio ambiental y la cadena alimenticia, lo que, a su vez, se asocia al surgimiento de condiciones de salud en las personas como resistencia a antibióticos e infertilidad”.
La especialista destacó que, aunque los protectores solares muchas veces se consideran cosméticos, deben ser apreciados como medicamentos, por lo que su disposición (gestión de residuos) se tiene que realizar con la rigurosidad necesaria.
En Costa Rica, la Ley de Promoción del Uso del Filtro Solar y Prevención del Cáncer de Piel (Ley 10.548) contempla, entre varios aspectos, que el FPS mínimo permitido debe ser 30, los productos deben ofrecer protección de amplio espectro, ser resistentes al agua y respetuosos con el ambiente; también comprende una serie de medidas orientadas a facilitar el acceso de los filtros solares a la población, con el fin de prevenir enfermedades graves.