
El Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos (CFIA) advierte que con acciones inmediatas se pueden reducir los altos porcentajes de agua no contabilizada.
Aproximadamente el 70% de nuestro planeta es agua, pero solo el 3.5% es dulce y, de esta porción, apenas el 0.25% está disponible para consumo humano. Sin embargo, según registros internacionales de 2022, tres de cada diez personas no tuvieron acceso a agua potable en sus hogares y cerca de 1.700 millones consumieron agua de fuentes contaminadas.
En Costa Rica, uno de los principales desafíos en la gestión del recurso hídrico es el agua potable no facturada o no contabilizada: aquella que se produce, pero no llega a cobrarse por pérdidas físicas (fugas), conexiones ilegales o consumos no medidos (como los hidrantes públicos).
Esta problemática fue el eje central de la Jornada Técnica sobre Agua No Contabilizada, realizada este viernes en las instalaciones del CFIA, con participación del Colegio de Periodistas (COLPER) y el Colegio de Abogados y Abogadas.
De acuerdo con el informe del Proyecto Reducción de Agua No Contabilizada y Eficiencia Energética (RANC-EE-AyA) para el período 2018-2023, el promedio multianual de agua no facturada en los sistemas del proyecto se sitúa en un alarmante 56%. El cantón de Limón alcanza un 74%, mientras que San Isidro de Pérez Zeledón registra el nivel más bajo con un 37%.
Panel de expertos e implicaciones
El foro técnico contó con la participación de:
- Luis Diego Vargas R., diputado de la República
- Alejandro Calderón A., subgerente AyA GAM
- Adriana Mora V., Dirección de Estudios Económicos y Desarrollo de la Defensoría de los Habitantes
- Germán Pochet B., Colegio de Abogados y Abogadas
- Luis Paulino Picado B., experto del CFIA y autor del diagnóstico
- Moderación: Emmanuel Miranda P., periodista colegiado del COLPER
Entre los principales hallazgos y recomendaciones presentadas destacan:
- La falta de micromedición impide conocer con precisión cuánta agua se pierde, dificultando las acciones correctivas.
- Muchos recursos financieros asignados no se ejecutan, lo cual retrasa obras de mejora.
- Se identifican trabas burocráticas, estructuras de gobernanza débiles y falta de voluntad política como causas de estancamiento.
- La obsolescencia técnica de las redes hídricas también contribuye al desperdicio.
Medidas propuestas
- Apoyar la ejecución y expansión del proyecto RANC-EE.
- Impulsar la modernización tecnológica del sistema hídrico nacional.
- Explorar alianzas público-privadas (APP) para mejorar la infraestructura.
- Actualizar el marco legal en materia de agua y servicios públicos.
- Invertir en micromedidores y mantenimiento de redes para reducir pérdidas y garantizar sostenibilidad.