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Con el fin del soporte para Windows 10, los jugadores se enfrentan a una decisión crítica: seguir con un sistema operativo anticuado que poco a poco va perdiendo soporte o actualizar a Windows 11 y liberar todo el potencial de los juegos modernos.

¿Es Windows 11 bueno para los juegos? “La respuesta es sí, y no sólo por su moderna interfaz. Windows 11 para juegos aporta mejoras reales y tangibles: tiempos de carga más rápidos, mejores gráficos, mayor integración con Xbox y funciones de seguridad que mantienen a salvo tus cuentas”, asegura Acer, un líder en el mercado. Entonces, si te tomas en serio el desempeño, es hora de actualizar a un sistema operativo diseñado para la próxima generación de juegos.

1. El fin de soporte de Windows 10 es algo más que una fecha de caducidad

Cuando la gente escucha “fin de soporte”, es fácil encogerse de hombros y asumir que todo seguirá funcionando como siempre. Pero para los jugadores, aquí es donde empiezan a aparecer las grietas. El 14 de octubre de 2025, Microsoft dejará oficialmente de lanzar actualizaciones gratuitas para Windows 10. Se acabaron los parches de seguridad, las correcciones de errores y las nuevas características. Si quieres alguna actualización después de esa fecha, tendrás que pagar por las actualizaciones de seguridad ampliadas de Microsoft (e incluso entonces, eso es realmente solo para grandes clientes corporativos).

¿Qué significa esto si sigues jugando en Windows 10? Acer nos ayuda a responderte:

  • En primer lugar, los juegos en línea se convierten en un riesgo para la seguridad. Sin actualizaciones de seguridad críticas, tu sistema se vuelve vulnerable al malware y al robo de datos, una mala noticia cuando tus datos de pago y tus valiosas cuentas de juego están a solo unos clics de distancia.
  • En segundo lugar, empezarás a toparte con problemas de compatibilidad. Las herramientas antitrampas, los marcos multijugador en línea y los nuevos lanzadores de juegos se crean teniendo en cuenta características de seguridad modernas como Secure Boot y la seguridad basada en la virtualización. Estas características no funcionan bien o no están disponibles en Windows 10.
  • Y, por último, plataformas de juegos como Steam y Epic tienen un historial de eliminación gradual de versiones antiguas de Windows. Aunque no abandonarán la compatibilidad con Windows 10 de la noche a la mañana, perderás gradualmente el acceso a nuevas funciones y actualizaciones que mejoran el desempeño y la estabilidad del juego.

2. Su hardware necesita un sistema operativo que pueda seguirle el ritmo

Las CPU y GPU modernas ya no son sólo potencia bruta; dependen en gran medida de la optimización del software para desplegar todo su potencial, y esas optimizaciones están ahora reservadas en gran medida para Windows 11.

La compatibilidad de los controladores gráficos con Windows 10 ya tiene los días contados. Aunque Nvidia y AMD no han anunciado oficialmente una fecha de finalización, la historia lo demuestra. Después de que Windows 7 llegara al final del soporte, Nvidia dejó de lanzar nuevos controladores Game Ready en un año. Se espera un calendario similar para Windows 10, lo que significa que no habrá nuevas optimizaciones de controladores para los próximos lanzamientos de juegos, ni ajustes de rendimiento, y probablemente tampoco soporte para futuras generaciones de GPU.

En cuanto a la CPU, los últimos procesadores de Intel utilizan una arquitectura híbrida con núcleos de desempeño y eficiencia, pero solo el Thread Director de Windows 11 puede gestionar correctamente estos núcleos para optimizar el desempeño de los juegos y la multitarea en segundo plano. Windows 10 simplemente no está equipado para manejar este nuevo diseño.

Los desarrolladores de juegos también están avanzando, creando sus títulos en torno a tecnologías como DirectX 12 Ultimate, que es totalmente compatible con funciones avanzadas como el trazado de rayos, los sombreadores de malla y el sombreado de velocidad variable, pero solo en Windows 11. Cuando se comparan los juegos para Windows 10 y Windows 11, está claro que los motores de juegos modernos se centran en este último, especialmente para el desempeño y la fidelidad visual de próxima generación.

“Si quieres el mejor desempeño y los mejores efectos visuales en futuros juegos, seguir con Windows 10 te frenará. A estas alturas, el sistema operativo no es solo una plataforma, sino una parte fundamental de la ecuación de desempeño de los juegos”, apunta Acer.

3. Mejor seguridad significa juegos más seguros

Es fácil centrarse únicamente en el desempeño cuando se habla de juegos, pero la seguridad se ha vuelto igual de crítica. Entre los secuestros de cuentas, el ransomware y el fraude en los pagos, ignorar las funciones de seguridad del sistema operativo es una verdadera apuesta.

  • TPM 2.0 y Secure Boot son obligatorios por una razón: Windows 11 aplica estos modernos estándares de seguridad. Ayudan a proteger las contraseñas almacenadas, la información de las tarjetas de crédito e incluso las partidas guardadas para que no se vean comprometidas por malware y exploits.
  • Los sistemas antitrampas de última generación se basan en funciones modernas del sistema operativo: Los títulos de la competencia, como Valorant y Call of Duty: Warzone, utilizan sistemas antitrampas a nivel del núcleo que funcionan mejor, o exclusivamente, con las capas de seguridad avanzadas de Windows 11. Sin estas protecciones, a los tramposos les resulta más fácil explotar los juegos, y es más probable encontrar salas tóxicas y repletas de tramposos en plataformas obsoletas.
  • Tus cuentas de juego valen dinero real: Steam, Battle.net, Xbox Live, estas cuentas a menudo tienen cientos o incluso miles de dólares en juegos vinculados a ellas. ¿De verdad quieres arriesgarte en un sistema operativo que ya no está protegido?

Hablar de seguridad no es apasionante, pero es algo que todo jugador debe tomarse en serio, sobre todo en un mundo en el que los activos digitales y las microtransacciones cobran cada día más valor.

4. Windows 11 viene repleto de funciones reales que cambiarán las reglas del juego

Windows 11 no se limita a ponerse al día con los juegos modernos, sino que transforma por completo la experiencia. Con tecnologías como DirectStorage, los tiempos de carga se reducen significativamente al permitir que tu SSD NVMe envíe datos directamente a la GPU, evitando los cuellos de botella de la CPU que han ralentizado los juegos durante años. Los entornos de mundo abierto se cargan más rápido y los recursos se transmiten con mayor fluidez, eliminando los molestos pop-ins de texturas.

Windows 11 también introduce Auto HDR, que mejora los juegos DirectX 11 y 12 más antiguos con iluminación de alto rango dinámico. Si tienes un monitor compatible, tu biblioteca de juegos se verá más vibrante y visualmente dinámica sin necesidad de parches o mods.

Incluso el Modo Juego se ha rediseñado para priorizar adecuadamente los recursos del sistema para los juegos y minimizar las interrupciones en segundo plano. Con una mejor gestión de la memoria y una programación más inteligente de los núcleos de la CPU, Windows 11 ofrece un desempeño más fluido y una experiencia de juego más envolvente en general. Si quieres ir más allá, puedes incluso optimizar Windows 11 para juegos mediante ajustes avanzados del sistema, actualizaciones de controladores y activando funciones como Auto HDR y DirectStorage.

5. Xbox Game Pass y el ecosistema de juegos de Microsoft se integran a la perfección

Si aún no has explorado Game Pass, te lo estás perdiendo. Y si sigues usando Windows 10, ni siquiera estás disfrutando de la mejor versión de lo que ofrece.

  • La aplicación Xbox en Windows 11 es más rápida, más fiable y permite encontrar, instalar y ejecutar juegos sin esfuerzo. Tanto si eres un jugador ocasional como un aficionado empedernido, simplifica todo lo relacionado con la gestión de tu biblioteca.
  • Con Game Pass para PC, desbloqueas el acceso a una biblioteca rotativa de cientos de títulos, incluidos los lanzamientos del primer día de grandes juegos. Y si te suscribes a Game Pass Ultimate, puedes incluso transmitir juegos directamente a través de Xbox Cloud Gaming, perfecto para probar títulos antes de comprometer un valioso espacio de almacenamiento.
  • La Xbox Game Bar también ha madurado hasta convertirse en una superposición realmente útil en el juego. Accede a las métricas de desempeño, haz capturas de pantalla, controla las listas de reproducción de Spotify e incluso únete a los chats de voz de Xbox sin salir del juego.

Este nivel de integración convierte tu desktop en un auténtico centro de juegos, algo que Windows 10 no hace tan bien.

No te límites a actualizar tu sistema operativo, actualiza toda su experiencia

Con Windows 10 entrando en su capítulo final, no solo es hora de actualizar el software, sino de replantearse toda la configuración de los juegos. “Aferrarse a un hardware obsoleto y a un sistema operativo no compatible significa perderse tiempos de carga más rápidos, una jugabilidad más fluida, efectos visuales más ricos y una experiencia en línea más segura”, aconseja Acer.

Si tu desktop actual no cumple los requisitos para Windows 11, o si está listo para experimentar cómo se sienten realmente los juegos modernos, este es el momento perfecto para invertir en una nueva máquina construida para el futuro.