Jiménez rompió el acuerdo interno de que la presidencia de la Comisión de Seguridad debía ser para la diputada Alejandra Larios.
La fricción interna acumulada por meses entre el diputado Gilberth Jiménez Siles y la fracción del Partido Liberación Nacional (PLN) escaló este lunes hasta desembocar en su renuncia formal a la agrupación, horas después de que la bancada solicitara su expulsión ante el Tribunal de Ética y Disciplina del partido.
La decisión del legislador se dio luego de que el PLN lo denunciara por haber roto un acuerdo interno que otorgaba a la subjefa de fracción, Alejandra Larios Trejos, la presidencia de la Comisión de Seguridad y Narcotráfico de la Asamblea Legislativa, cargo que finalmente volvió a asumir el propio Jiménez con apoyo de diputados de otras bancadas.
Mediante un comunicado oficial, la fracción verdiblanca informó que su decisión se tomó en una sesión extraordinaria celebrada el 22 de mayo, con base en el Estatuto del Partido y el reglamento interno de fracción, “debido a que el diputado Jiménez Siles estaría incurriendo en faltas graves, que atentan contra los principios más elementales de la ética”.
Según explicó la bancada, el 12 de mayo se acordó por mayoría que Larios Trejos sería la candidata de la fracción para presidir la comisión. Sin embargo, durante la instalación de ese órgano legislativo, Jiménez aceptó una postulación hecha por el liberal Gilberto Campos Cruz y ganó la reelección con los votos de Pilar Cisneros (PPSD), Horacio Alvarado (PUSC), Fabricio Alvarado (NR), Campos y el suyo propio.
Larios, en cambio, solo recibió su voto, el de la frenteamplista Priscilla Vindas Salazar, el de la diputada independiente Gloria Navas Montero y el de su compañera de fracción Dinorah Barquero Barquero.
La ruptura entre Jiménez y su partido se venía gestando desde su candidatura interna por la presidencia del PLN, en la cual fue derrotado por Álvaro Ramos Chaves. En ese proceso, Jiménez denunció públicamente un supuesto favoritismo de las estructuras partidarias hacia Ramos, y llegó incluso a insinuar irregularidades en la convención durante una entrevista en el canal Trivisión.
El mismo medio reveló en diciembre de 2024 que Jiménez les había enviado fotografías suyas en una supuesta gira por comunidades afectadas por inundaciones, cuando en realidad correspondían a su periodo como alcalde de Desamparados (2016-2022). A raíz de ese episodio, el Tribunal de Ética del PLN le impuso una suspensión de militancia, pero la medida fue anulada por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) tras advertir violaciones al debido proceso.
Luego de su nueva confrontación con la fracción, Jiménez denunció el pasado jueves que el jefe de bancada, Óscar Izquierdo Sandí, le gritó durante una conversación y que estaba valorando su permanencia en el PLN. Este lunes optó por renunciar al partido, decisión que lo convierte en el sexto legislador independiente del actual Congreso.
Jiménez es además el primer diputado electo por el PLN que abandona la agrupación durante el ejercicio de su curul. El único antecedente similar se remonta al periodo 2002-2006, cuando el entonces congresista José Miguel Corrales Bolaños desertó en protesta por la candidatura de Óscar Arias Sánchez.
Con su salida, el PLN queda con 18 diputados en la Asamblea Legislativa.
“El ideal de justicia social ha sido secuestrado por una élite”
En su carta de renuncia, Jiménez acusó a la dirigencia de su partido de haberse alejado de los principios fundacionales de la agrupación y de actuar como una “mera maquinaria electoral”. Afirmó que su decisión la toma “con el corazón en la mano” y tras más de tres décadas de militancia.
El ideal de justicia social, por el que luchamos, ha sido secuestrado por una élite que ha transformado el Partido Liberación Nacional en una mera maquinaria electoral. Los líderes actuales han olvidado nuestras raíces y han abandonado la lucha contra la corrupción y la pobreza. Se han convertido en un club privado donde la lealtad a unos pocos prevalece sobre el bienestar de la mayoría".
Jiménez también atribuyó su salida a un “trato discriminatorio y sistemático” por parte de la fracción, que según él se manifestó en la negativa a ratificar su continuidad en la presidencia de la Comisión de Seguridad, a pesar —afirmó— de su “alta productividad” y del reconocimiento de sus compañeros.
Esta discriminación, innegable y odiosa, tiene su origen en mi firme oposición a la concentración del poder en manos de un grupo selecto".
A lo largo del documento, el diputado insistió en denunciar lo que considera una represión interna por parte de la cúpula del partido contra figuras críticas como él. Según dijo, esa actitud se evidenció también en la convención interna celebrada meses atrás, en la que participó como precandidato presidencial.
La reciente convención interna, en la que participé como precandidato presidencial, evidenció un intento de desviar mi camino, una maniobra más para imponer candidatos que respondan a los intereses de una élite".
Jiménez también criticó al Tribunal de Ética y Disciplina, al que acusó de ser utilizado como “herramienta de control” por la dirigencia partidaria.