
El próximo 14 de mayo se celebra el Día Mundial del Seguro, una fecha que invita a reflexionar sobre el papel estratégico que tienen los seguros en la vida moderna.
Más allá de ser un servicio financiero, el seguro cumple una función social y económica: proporciona estabilidad, facilita la recuperación ante crisis y fomenta el crecimiento sostenible. En momentos de incertidumbre, contar con un seguro adecuado permite a las personas y a las empresas transitar los desafíos con mayor confianza y resiliencia.
Así lo explica Luis Cañas Villalón, Country Manager de WTW Corredores de Seguros en Costa Rica, quien señala que los seguros son una inversión estratégica que ayuda no solo a proteger activos, sino también a preservar la continuidad de los negocios y, en muchos casos, a mantener la paz mental de los asegurados.
Una industria que impulsa la economía
El sector asegurador tiene un peso significativo en las principales economías del mundo. De acuerdo con datos de la industria:
En países como Estados Unidos, Reino Unido, Suecia y Francia, el mercado de seguros representa más del 10% del Producto Interno Bruto (PIB).
Existe una cultura de aseguramiento sólida que impulsa la confianza en las actividades comerciales y personales.
En este entorno global, WTW ha acompañado la evolución del sector, brindando servicios a más del 90% de las empresas que integran el ranking Global Fortune 500. Su experiencia abarca la gestión de talento, riesgos, capital, beneficios y reaseguros, adaptándose a las necesidades de un mercado dinámico.
En Centroamérica, WTW se consolida como la única corredora con presencia regional fortalecida, integrando un equipo de más de 600 colaboradores y especializándose en soluciones de Riesgo Corporativo, Capital Humano e Inversiones.
¿Por qué asegurar?
Tener un seguro adecuado no solo implica transferir un riesgo a una aseguradora. También permite:
- Proteger el patrimonio personal o empresarial frente a eventos como desastres naturales, accidentes o ciberataques.
- Asegurar la continuidad operativa, minimizando pérdidas y tiempos de recuperación.
- Fortalecer la reputación frente a clientes, inversionistas y comunidades.
- Facilitar el acceso a financiamiento, ya que los bienes asegurados son mejor valorados como garantías.
Por ello, fomentar una cultura del seguro es un desafío colectivo que involucra a gobiernos, instituciones educativas, medios de comunicación y, por supuesto, al propio sector asegurador.
Una historia que atraviesa siglos
Aunque hoy los seguros son contratos más especializados, la idea de protegerse contra pérdidas es milenaria:
- En la antigua China, los comerciantes distribuían sus mercancías entre varios barcos para minimizar pérdidas en caso de naufragio.
- En Babilonia, el Código de Hammurabi incluía cláusulas que ofrecían protección ante robos o accidentes.
- Ya en la era moderna, figuras como Henry Willis impulsaron la profesionalización del corretaje de seguros. Su firma, Henry Willis & Company, fue una de las pioneras en asegurar grandes operaciones comerciales, incluida la histórica cobertura del Titanic en 1912.
La conmemoración del 14 de mayo recuerda precisamente el avance y la profesionalización del sector: marca tanto la publicación de la primera Ley Reguladora del Seguro Privado en España (1908) como la celebración de la primera Conferencia Hemisférica de Seguros en Nueva York (1946).
Ambos eventos reflejan un objetivo compartido que sigue vigente hoy: proteger lo que más importa y construir un futuro más seguro para todos.