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El Día Mundial de Internet es una invitación a hacer pausa y mirar cómo la tecnología dejó de ser un habilitador secundario para convertirse en el corazón de cómo las personas compran, interactúan y deciden. En un continente tan vibrante como América Latina, esa transformación es visible, urgente y profunda.

El comercio digital en la región crece a doble dígito cada año y se espera que supere los USD 200.000 millones en apenas tres años. Pero más allá de las cifras, lo que realmente importa es cómo el ecommerce está madurando. Hoy hablamos de ecosistemas donde marketplaces, bancos, fintechs, logística inteligente e inteligencia artificial se integran para ofrecer experiencias fluidas, personalizadas y, sobre todo, sin fricciones.

Desde Aper —donde creamos plataformas de comercio digital para los principales bancos y marcas de la región— vemos una evolución clara: pasamos del “vender online” a “construir relaciones digitales de valor”. Lo que antes era una operación transaccional, hoy es una oportunidad estratégica para fidelizar, conocer al cliente en profundidad y generar impacto real.

Por supuesto, este avance no está exento de desafíos. La confianza, activo esencial en toda relación financiera, debe mantenerse en cada punto del contacto digital. La protección de datos, la transparencia en las condiciones y la simplicidad de uso son claves para asegurar que la digitalización se perciba como una mejora real. A su vez, la implementación de tecnologías como inteligencia artificial y analítica debe estar guiada por un propósito claro y ético, evitando decisiones automatizadas que puedan resultar invasivas o excluyentes.

Y en ese camino, la tecnología no es el protagonista: es el habilitador. Los datos no son un fin, son el insumo para anticipar comportamientos. La inteligencia artificial no reemplaza, potencia. Las plataformas no son escaparates, son infraestructuras vivas que permiten experiencias verdaderamente relevantes.

En Aper trabajamos todos los días para que nuestros clientes —bancos, sellers, ecosistema en general— no solo estén presentes online, sino que sean parte fundamental del journey digital de millones de personas. Para lograrlo, necesitamos algo más que buena tecnología: necesitamos visión, diseño centrado en el usuario y un compromiso profundo con la confianza, la privacidad y la inclusión.

Hoy, construir ecommerce en América Latina es también construir país. Es bancarizar, es conectar, es democratizar el acceso a bienes y servicios. Es, en definitiva, transformar la forma en que se crea valor.

Por eso, en este Día de Internet, no se trata solo de celebrar la conectividad. Se trata de redoblar la apuesta por un comercio digital más inteligente, humano y relevante para todos. 

Este artículo de opinión fue escrito por Hernán Marino, CEO de Aper.