
La administración Trump impuso un arancel base del 10% y tarifas adicionales de hasta 50% para productos de más de 60 países, incluyendo Costa Rica.
El Centro de Geopolítica de BCG advirtió que el reciente anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre nuevos aranceles marca el inicio de una etapa inédita en el comercio global. Las medidas incluyen un arancel base mínimo del 10% y aranceles recíprocos más altos para importaciones provenientes de cerca de 60 países, entre ellos Costa Rica.
Según el Centro, esta decisión amplía significativamente el enfoque comercial de EE. UU., que pasa de medidas dirigidas a sectores o países específicos a abarcar una parte sustancial de la economía mundial. Los aranceles comenzaron a regir el 5 de abril (en su versión base) y el 9 de abril (para tarifas específicas por país).
Las tarifas se aplicarán sobre aranceles ya existentes, con tasas acumuladas que, en el caso de China, podrían alcanzar hasta el 74% para ciertos productos. Quedan exentos países como Canadá y México, aunque aún están sujetos a otras medidas previas.
El informe resalta que esta dinámica podría dejar de lado el principio de “nación más favorecida” que rige en la Organización Mundial del Comercio (OMC), llevando a una proliferación de negociaciones bilaterales diferenciadas por país y producto. Algunos países ya están preparando represalias comerciales, como la Unión Europea, que estableció una ventana de cuatro semanas para negociar antes de responder.
Además de bienes, nuevos frentes de conflicto podrían abrirse en sectores como streaming, servicios en la nube y software. El impacto previsto no solo afecta el comercio, sino también los modelos operativos de empresas globales.
De acuerdo con BCG, los factores más relevantes que deben considerar las compañías ante esta nueva realidad son:
- La acumulación de aranceles podría tener efectos más severos de lo anticipado, lo que demanda planes de mitigación urgentes.
- Existen posibilidades de solicitar exenciones, pero el proceso puede ser costoso, incierto y limitado en el tiempo.
- Los aranceles podrían afectar la competitividad de EE. UU. como base manufacturera global y fortalecer a competidores en Asia y Europa.
- Las empresas deberán evaluar si relocalizan producción, diversifican proveedores o fortalecen sus cadenas de suministro ante una mayor volatilidad.
BCG recomienda que las compañías desarrollen capacidades geopolíticas internas, monitoreen acuerdos bilaterales, evalúen estructuras de costos y preparen estrategias de resiliencia ante un entorno comercial más fragmentado.
Más información en el Centro de Geopolítica de BCG.