OCDE indicó que la expansión de la energía hidroeléctrica enfrenta limitaciones debido a que fuentes se encuentran en áreas protegidas y en territorios indígenas.

Costa Rica debe expandir y diversificar sus fuentes de energía renovable para garantizar la seguridad energética y reducir su dependencia de combustibles importados, según el estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre la situación de la economía costarricense.

La organización destacó la necesidad de fortalecer la energía eólica y geotérmica, dado que el cambio climático está afectando la generación hidroeléctrica, principal fuente del país.

El estudio señala que la electrificación del transporte cuadruplicará la demanda eléctrica para 2050. Sin embargo, señalaron que la expansión de la energía hidroeléctrica enfrenta limitaciones debido a que la ubicación de las fuentes se encuentran en áreas protegidas y en territorios indígenas.

Al mismo tiempo, el cambio climático, en particular las estaciones secas prolongadas, ya interrumpe la producción de energía hidroeléctrica, lo cual causa escasez de electricidad y un aumento reciente en la generación de electricidad a partir del petróleo".

En ese contexto, OCDE considera que expandir y diversificar las energías renovables es crucial para fortalecer la seguridad energética en el país. Esto ayudará a reducir la dependencia de los combustibles importados y a garantizar un suministro de energía estable y resistente frente a los crecientes riesgos climáticos.

Actualmente, Costa Rica obtiene cerca del 70% de su electricidad de fuentes hidroeléctricas y un 30% de otras renovables, como la eólica y geotérmica. Las energías renovables constituyen cerca de la mitad del suministro total de energía, las cuales superan al promedio de la OCDE. El petróleo, por su parte, representa el 51% de la matriz energética de Costa Rica y se utiliza principalmente para el transporte.

El documento indica que, si bien el objetivo general del Plan Nacional de Descarbonización es mantener una generación de electricidad casi 100% renovable, Costa Rica no tiene actualmente objetivos explícitos que especifiquen la contribución de cada fuente renovable en su matriz eléctrica general.

La OCDE recordó que el país cuenta con un potencial eólico estimado en 3.800 MW, muy por encima de los 450 MW instalados en la actualidad. Varios proyectos que se pondrán en marcha en 2025 y 2026 aportarán 412 MW adicionales de capacidad procedente de fuentes solares, eólicas y de biomasa.

Las características geológicas del país, marcadas por numerosos volcanes y puntos calientes geotérmicos, lo hacen muy adecuado para un mayor aprovechamiento de la energía geotérmica".

Reformas

El informe sugiere reformar la planificación y regulación del sector eléctrico para facilitar la transición. Actualmente, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) es el principal operador del sistema eléctrico y controla la mayoría de la generación. Al respecto, la OCDE recomienda transferir la planificación energética a un organismo independiente para evitar conflictos de interés y mejorar la respuesta ante nuevos desafíos.

Asimismo, sugiere abrir el mercado eléctrico a mayor participación privada y extranjera. Actualmente, las empresas privadas solo pueden generar el 30% de la electricidad y deben venderla exclusivamente al ICE. El informe recomienda eliminar estas restricciones para fomentar la competencia, reducir costos y estimular la innovación.

La apertura del mercado eléctrico estimularía la inversión y contribuiría a la expansión y diversificación de las energías renovables".

La OCDE destacó que en la Asamblea Legislativa se encuentra el proyecto de apertura del mercado eléctrico. Sobre dicha iniciativa señalaron que "parece estar bien alineada con algunas de las recomendaciones de anteriores Estudios Económicos de la OCDE".

La organización añadió que en Costa Rica, la oposición pública a la expansión de las energías renovables es relativamente baja en comparación con otros países. Esto explican que se debe, en parte, a que el 80% de la población reside en la Gran Área Metropolitana, lo que minimiza el impacto directo de los proyectos en comunidades locales.

La institución recomiendan una mayor participación de las comunidades afectadas en las primeras etapas de planificación y toma de decisiones de proyectos de este tipo. Además, garantizar la mitigación de posibles daños a los ecosistemas y la biodiversidad podría fortalecer la confianza pública y reducir aún más la resistencia a estos proyectos.

El crecimiento sostenido de la demanda eléctrica impone el reto de modernizar y expandir la red eléctrica del país. Para ello, el gobierno podría priorizar el financiamiento de infraestructura y fomentar la inversión privada en mejoras clave, como la ampliación de la capacidad de la red, el refuerzo de líneas eléctricas y la optimización de subestaciones. Asimismo, señala que el desarrollo de tecnologías de almacenamiento, como baterías o hidroeléctricas de bombeo, será esencial para gestionar eficientemente las fuentes renovables intermitentes, como la eólica y la solar.

El informe también advierte sobre la necesidad de modernizar la red eléctrica para integrar fuentes variables como la solar y eólica. También sugiere incentivar tecnologías de almacenamiento de energía y redes inteligentes para optimizar el uso de la electricidad. Además, puntualizó en la importancia de reducir la tarifa de respaldo impuesta a usuarios de paneles solares, la cual desincentiva su adopción.

Reducir la tasa haría que la energía renovable fuera más asequible para los consumidores y fomentaría un uso más generalizado de la energía solar, incluso en el sector de la agroindustria".