
Población femenina muchas veces prioriza sus obligaciones laborales y familiares por encima de su autocuidado.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, el Colegio de Profesionales en Nutrición (CPN) hace un llamado de atención a la población en general sobre los retos que enfrentan las mujeres en materia de salud y alimentación, debido a la sobrecarga de labores diarias.
En Costa Rica, enfermedades como el cáncer de mama, la diabetes, la hipertensión, trastornos menstruales y metabólicos, así como problemas digestivos y de salud mental, afectan significativamente a la población femenina. Si bien existen varias causas de esos padecimientos, la alimentación es un factor clave que influye en el desarrollo y manejo de estas condiciones.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) aseguran que, en el primer semestre de 2024, la hipertensión y el cáncer de mama fueron las principales causas de muerte en mujeres. Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó que la tasa de mortalidad por cáncer de mama en 2022 fue de 15.38 por cada 100.000 mujeres, mientras que el cáncer de estómago y de pulmón registraron 8.19 y 4.67 muertes por cada 100.000 mujeres, respectivamente.
La Dra. María José Mora, representante del CPN explicó:
En los últimos años, los hábitos alimentarios de las mujeres han cambiado debido a factores como las largas jornadas laborales y la doble carga de responsabilidades en el hogar. Muchas mujeres priorizan sus obligaciones laborales y familiares, dejando en segundo plano su alimentación y autocuidado. La falta de tiempo y energía ha llevado a una reducción en la planificación de comidas balanceadas, impactando negativamente su salud a largo plazo”.
Los profesionales en nutrición señalan que las mujeres siguen siendo, en su mayoría, las principales responsables de la alimentación en los hogares, lo que muchas veces las lleva a descuidar su propia nutrición. La distribución equitativa de las labores domésticas es fundamental para que las mujeres puedan adoptar hábitos alimentarios más saludables y sostenibles en el tiempo.
Aunado a esta realidad, persisten falsas creencias sobre la alimentación de las mujeres, como la idea de que deben comer menos que los hombres o evitar ciertos grupos de alimentos. A esto se suma la presión de las redes sociales que han intensificado la imagen corporal de las mujeres, promoviendo dietas extremas y estándares de belleza inalcanzables. La información nutricional en estas plataformas no siempre proviene de profesionales, lo que puede poner en riesgo la salud física y mental de quienes siguen consejos poco fundamentados.
Ante esto, los nutricionistas recuerdan que cada persona tiene necesidades nutricionales específicas según su estilo de vida y actividad física, por lo que la clave está en la personalización y el equilibrio. Además, hacen énfasis en que es crucial fomentar una visión de la alimentación basada en el autocuidado y la diversidad corporal, en lugar de en la búsqueda de ideales irreales.
Para mejorar la salud de las mujeres, los expertos recomiendan incluir en la alimentación:
- Granos básicos como frijoles y lentejas, ricos en fibra y proteína vegetal, esenciales para la salud digestiva y hormonal.
- Grasas saludables, presentes en el aguacate, aceite de oliva, semillas y frutos secos, que favorecen la producción hormonal y la absorción de vitaminas.
- Proteínas de alto valor biológico, como huevo, pescado y pollo, que fortalecen los músculos y benefician la salud mental.
- Frutas y vegetales, que mejoran la digestión y fortalecen la microbiota intestinal.
- Lácteos, que aportan calcio y probióticos, reforzando el sistema inmunológico
Garantizar el acceso a estos alimentos, junto con educación nutricional y atención en salud preventiva, es clave para mejorar la calidad de vida de las mujeres.
Es fundamental que las mujeres prioricen su autocuidado y que eviten enfocarse solamente en el peso, ya que depende de muchos factores y no solamente de la alimentación y el ejercicio. Es crucial un abordaje integral del manejo del estrés en donde se involucren otras áreas preventivas como psicología o psiquiatría y se priorice el descanso En casos específicos la medicación y suplementación pueden ser necesarios.
La doctora Mora agregó:
Esta conmemoración internacional, es un buen momento para reflexionar sobre la importancia de una alimentación consciente y accesible. Cuidar la salud no debería ser una carga adicional en la vida diaria de las mujeres. Promover el acceso a información confiable y fomentar una redistribución equitativa de responsabilidades son pasos esenciales hacia una mejor calidad de vida para todas. Recordemos que comer de manera equilibrada no debería ser un privilegio, sino un derecho para todas”.