
La Cooperativa de Productores de Leche Dos Pinos comparte la historia de las hermanas Cruz.
En el mundo de la industria láctea, tradicionalmente liderada por hombres, la historia de las hermanas Cruz destaca como un ejemplo de perseverancia, liderazgo y compromiso. Desde el 2010, cuando su padre les cedió la finca familiar, estas cuatro hermanas han estado al frente de dos fincas lecheras, demostrando que el talento y la dedicación no tienen género.
Doña Flory Cruz, hermana mayor de cuatro, tomó las riendas del negocio desde el primer momento y, en 2018, se convirtió en la representante legal y Asociada de la Cooperativa de Productores de Leche Dos Pinos.
Médica de profesión, creció entre dos mundos: la medicina y la finca lechera. Equilibrando su pasión como cardióloga con su compromiso con el negocio familiar, ha sabido administrar ambos roles con determinación y disciplina, logrando el éxito en ambas áreas.
Sin embargo, para doña Flory, el mayor desafío que han enfrentado las hermanas Cruz ha sido superar la mentalidad cultural de que las mujeres no pueden tener éxito en el sector lechero. Han tenido que lidiar con empleados masculinos que intentaron intimidarlas, pero su liderazgo asertivo y su capacidad de gestión les han permitido ganarse el respeto en un campo dominado por hombres. “Las habilidades naturales de las mujeres para realizar múltiples tareas y su perseverancia son activos clave para triunfar en este sector”, destaca.
Uno de los momentos más gratificantes para las hermanas Cruz fue haber ganado un premio a la calidad de la leche, un reconocimiento que cobra mayor significado al recordar las dificultades que enfrentaron ese año debido a problemas con el suministro eléctrico. Este logro reafirmó su convicción de que la excelencia y la resiliencia son esenciales para sobresalir en la industria.
El consejo de Doña Flory para otras mujeres que desean incursionar en este sector es claro: “No tengan miedo, sean humildes, estén dispuestas a aprender y aprovechen el apoyo de organizaciones y cooperativas como Dos Pinos, que ofrecen capacitación y respaldo”.
El negocio de la familia Cruz proporciona importantes beneficios económicos y sociales a la comunidad circundante en Cartago. Emplean a docenas de personas del área local, generando un impacto significativo en el sustento de muchas familias.
Mujeres empoderadas
Más allá de los premios y el reconocimiento, las hermanas Cruz han alcanzado un objetivo fundamental: demostrarle a su propia familia y a la sociedad que las mujeres pueden ser exitosas en un sector que, por décadas, estuvo dominado por hombres.
Han logrado superar las expectativas de generaciones previas y convertir sus fincas en modelos de eficiencia y calidad. “El secreto está en dejarse asesorar, rodearse de buenos amigos y nunca perder la pasión por lo que se hace”, concluye la Dra. Cruz.
En el marco del Día Internacional de las Mujeres, su historia es un testimonio de inspiración para todas aquellas que desean abrirse camino en sectores que tradicionalmente se han considerado inalcanzables. Con esfuerzo, determinación y visión de futuro, las hermanas Cruz han dejado claro que el liderazgo femenino es una realidad imparable en la ganadería y en la industria láctea.