Hubo una marcha. -¿La razón?- Todavía no está clara. Por lo menos para los participantes, a quienes algunos periodistas les preguntaron y que, con cara de confusión y pena, no sabían dar respuesta.

Los marchantes llegaron de todo el país en 34 buses. A un promedio de 40 personas por bus, hablamos de 1360; pero seamos generosos y pensemos en 1500 personas.

Un poquito más de los 4 gatos, perdón, jaguares que usualmente siguen al presidente en sus guerras santas contra quienes están haciendo su trabajo. Pongámoslo en perspectiva: siendo el padrón electoral de Costa Rica un poco más de 3.500.000 personas, y haciendo un rápido cálculo de servilleta, podemos decir a la marcha organizada por Chaves y sus felinos asistió aproximadamente un 0,043% de quienes pueden elegir en nuestro país.

Pero seamos generosos y calculemos partiendo de los dos millones y un vuelto que decidieron participar en la última elección. Acá sube a la gran cifra del 0,075% del electorado, todavía bastante dentro del margen de error de cualquier encuesta respetable y siempre lejos de siquiera llegar al 1%.

-¿Dirá que miento?-Busque las fotos aéreas; llenaron con gran esfuerzo una cuadra. Bueno, y para lograr esto, no solo tuvieron que traerlos en bus. Como se informó días atrás, por participar en esta reunión se les pagó a muchos ₡10.000,00 y también se les dio almuercito. Quizás les hubiera ido mejor si hubieran ofrecido Ensure a los participantes.

Digo, ya que aparte de los confundidos, se veía mucho adulto mayor en asistencia; tantos, que un poco más y tendríamos que presentar denuncia ante el CONAPAM por violencia contra los adultos mayores.

Y es que violencia sí hubo, por lo menos contra los signos patrios, con el presidente gritando, perdón, gruñendo la Patriótica Costarricense. Pero enhorabuena por don Rodrigo: se veía más fresco, menos cansado y abotagado que en las fotos virales de un evento realizado en San Carlos a principios de año.

-Exigimos respeto para este Poder de la República-, ­…les contestó el presidente de la Corte Suprema de Justicia. Imaginamos que el señor Aguirre olvidó cómo en noviembre del año 2012 varios cientos de funcionarios judiciales marcharon para protestar ante el riesgo de que la Asamblea Legislativa, en uso de sus potestades, no reeligiera al magistrado Fernando Cruz. En ese caso, seguro no había irrespeto entre poderes.

O cuando en la marcha anticorrupción y por la dignidad” ­o algún término bandera similar-, un fiscal general participó mientras dos expresidentes aguardaban juicio. Eso seguro no generaba problema alguno.

¡Pero sorpresa! Quienes le digan desde ambos lados que esto es una marcha histórica, ¡no están diciendo la verdad! No es ni la primera vez que un poder participa en una marcha contra otro, ni tampoco se movilizó un caudal serio de personas, -aún dándoles avituallamiento-, como para hacerla memorable.

Y si a usted lo que le sorprende es ver a políticos que deberían estar trabajando para lo que fueron electos, preocupados  por la inseguridad ciudadana, alto costo de la vida o desempleo, en su lugar andar haciendo remedos de campaña para tratar de impulsar a sus candidatos, mis disculpas y bienvenido a Latinoamérica: usted debe ser nuevo. Mucha suerte también, ya vio que a Chaves bajando no más del avión, lo hicieron presidente.