En Costa Rica, el emprendimiento se ha convertido en un pilar clave para el desarrollo económico y social. Sin embargo, la realidad es que muchas startups y nuevos emprendimientos no logran superar los primeros años de vida. Según datos de la Cámara de Comercio de Costa Rica, el 70% de las nuevas empresas fracasan antes de cumplir los primeros 5 años de operación. Las principales razones detrás de estos fracasos incluyen la falta de acceso a financiamiento adecuado, la escasa formación empresarial, la inexperiencia en la gestión y el bajo nivel de innovación. Estos factores, sumados a la alta competencia en el mercado y la falta de apoyo institucional, crean un entorno difícil para los emprendedores.

He dedicado gran parte de mi carrera a investigar cómo las spin-offs universitarias y los laboratorios creativos pueden ser una solución efectiva para mitigar estas tasas de fracaso. Las spin-offs, como empresas derivadas del conocimiento generado en las universidades, tienen un enorme potencial para transformar el ecosistema emprendedor. Estas empresas permiten que la investigación académica se convierta en soluciones prácticas y escalables, fortaleciendo la innovación y aumentando las posibilidades de éxito para los nuevos emprendimientos.

Una de las claves para que las spin-offs funcionen de manera efectiva es la colaboración estrecha entre universidades y el sector privado. En este sentido, los laboratorios creativos dentro de las instituciones educativas pueden ser la plataforma perfecta para transformar ideas académicas en productos y servicios viables. Además de programas como CRECE de la Universidad de Costa Rica, que facilita la interacción entre los centros de investigación y las empresas, existen otros programas clave que también han demostrado ser esenciales para la creación de spin-offs y la promoción del emprendimiento:

  • Programa Impulsa: De la Universidad Nacional (UNA) y el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD), que fortalece los proyectos de emprendimiento con un enfoque en la innovación, brindando asesoría técnica y financiamiento.
  • Parque Tecnológico de la Universidad Tecnológica de Costa Rica (TEC): Este parque promueve la creación de spin-offs en áreas como la tecnología y el agrotech, proporcionando recursos y un entorno colaborativo para emprendedores.
  • Laboratorio de Innovación de la Universidad de San José (USJ): Ofrece espacio para la incubación de ideas innovadoras, en especial aquellas con impacto social, favoreciendo el desarrollo de spin-offs.
  • StartUp Costa Rica: Programa respaldado por el MICITT, que ofrece herramientas y capacitación para crear empresas innovadoras, y conecta a los emprendedores con fuentes de financiamiento.

La capacidad de las universidades para generar investigaciones aplicadas y transformar ese conocimiento en oportunidades de negocio es uno de los mayores activos para reducir las tasas de fracaso en los emprendimientos. En mi investigación, he encontrado que uno de los factores más importantes para el éxito de las spin-offs es la mentalidad emprendedora que debe fomentarse desde las universidades. Aunque las universidades costarricenses tienen una rica tradición de investigación, aún existe una brecha entre la academia y el mundo empresarial. Crear un entorno más colaborativo, donde los estudiantes y académicos se sientan impulsados a emprender, podría cambiar drásticamente el panorama emprendedor.

Además, la incorporación de la cultura emprendedora desde la educación secundaria es otra estrategia clave. Los programas de emprendimiento en las escuelas secundarias permiten que los jóvenes desarrollen habilidades clave, como la resolución de problemas, el liderazgo y la creatividad, que son fundamentales para el éxito empresarial.

Uno de los mayores retos para los emprendedores en Costa Rica sigue siendo el acceso a financiamiento adecuado. Según el informe “El Ecosistema de Emprendimiento por Oportunidad en Costa Rica”, menos del 25% de las startups logran acceder a fuentes de financiamiento en sus primeros años. Sin embargo, los fondos de banca de desarrollo tienen un papel fundamental en la promoción de spin-offs. Si bien existen algunas políticas de apoyo, estas son insuficientes y requieren de una mayor coordinación. Aumentar las líneas de crédito y crear fondos específicos para spin-offs permitirá a las startups obtener el capital necesario para escalar y generar empleos de calidad.

El fomento de políticas públicas que promuevan la creación de spin-offs es crucial. Las estadísticas del Banco Central de Costa Rica muestran que las pequeñas y medianas empresas representan el 98% de todas las empresas en el país, pero contribuyen solo con un 30% al Producto Interno Bruto (PIB). Esto demuestra la necesidad de un enfoque más agresivo hacia la innovación y el emprendimiento, especialmente en sectores como el agrotech, donde las spin-offs pueden tener un impacto positivo.

En resumen, las spin-offs universitarias tienen el potencial de ser un motor clave para reducir las altas tasas de fracaso de los emprendimientos en Costa Rica. Desde mi experiencia y las investigaciones que he realizado, creo firmemente que el apoyo institucional y la colaboración entre universidades y el sector privado son fundamentales para que estas empresas logren prosperar. Las políticas públicas deben enfocarse en facilitar el acceso a financiamiento y en crear un entorno favorable para la creación de empresas innovadoras. Solo así podremos transformar el ecosistema emprendedor de Costa Rica y garantizar un futuro próspero para los emprendedores del país.

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