Esto de que el jaguar sea el nuevo animal espiritual de los ticos a mí la verdad me hace gracia. Sí, yo entiendo que la instrumentalización de la fauna es algo bastante demodé, pero admito que a mí no me deja de parecer simpático.
Hay registros de que en Egipto del 3100 a. C. ya se hacía esto, antropomorfizar animales; si la herramienta tiene más de 5000 años y sigue siendo útil, pues es una excelente herramienta. No puedo culpar a quien la usa. Entre sentirme jaguar e intentar entender por qué el dólar está tan bajo, por qué el país es tan inseguro, por qué no le pagan a la Caja, pues entonces prefiero sentirme jaguar; el jaguar es fuerte, elegante y me hace sentir mejor conmigo mismo. Ojo, esto de la narrativa jaguar no es cosa tan inocente, ni tan inofensiva ni tan tonta.

El cine con frecuencia ha utilizado este recurso para entretenernos, hay relatos de hombres lobo, hombres mosca, hombres pez... para que encuentren a su jaguar interior, les dejo la siguiente recomendación.

The Lobster (Netflix: tienen solo 12 días para verla pues ya están por sacarla de su contenido)

La peli del tremendo Yorgos Lanthimos (Canino, The Killing of a Sacred Deer, La Favorita, Poor Things, todas de vista obligatoria) describe un mundo distópico (como si el actual no lo fuera…) que exige tener pareja como mandato. En este universo, la soltería no solo es mal vista, sino que se castiga con la transformación literal en animales. David (Colin Farrell, inserte sticker de corazones) tiene 45 días para encontrar pareja o será convertido en una langosta; claramente sería mejor ser convertido en un jaguar.
La película es absurda, busca serlo y cumple. PE LI CU LÓN.

En mi infancia recuerdo que jugaba a ser varias cosas: jugaba a ser Jorge Campos, el portero mexicano que en el Mundial de 1994 usaba uniformes con colores chillones, jugaba a ser animales; frecuentemente era un dinosaurio o un Thundercat, hecho que evidencia el espíritu jaguar que llevo dentro de mí. Dicho sea de paso, esta joya animada de los 80s está completa y remasterizada en Max.

Mi reflexión entonces es que los seres humanos tenemos un extraño impulso a querer ser animales poderosos, pues en general somos homínidos bastante escuálidos.

Les comparto ahora la mejor película sobre el descubrimiento de nuestro animal espiritual, una joya que en serio se van a hacer un favor si la ven.

Wolfwalkers (En Apple TV por menos de lo que cuestan dos birras en un bar)

El estudio irlandés Cartoon Saloon (los que hicieron El Secreto de Kells, también de vista obligatoria) nos cuenta la historia de Robyn, una niña inglesa que viaja a Irlanda y ahí conoce a una Wolfwalker, unas personas capaces de hacer viajar sus almas a los cuerpos de los lobos mientras duermen. Ese animal espiritual les permite recordar su conexión con la naturaleza, les hace sentir menos miedo y desobedecer al poder. La película está en mi top 10 de toda la vida de películas de animación, y les juro que he visto muchísimas. Imperdible.


Esto de acercarnos a nuestro animal interior no está libre de peligros y la cosa puede salir muy mal; un ejemplo de esto lo podemos ver en el siguiente clásico que, si no ha visto, pues debería ver.

La Mosca (Disney+)

David Cronenberg (inserte sticker de muchos corazones) nos muestra un viaje grotesco a la decadencia física y emocional (de mis temas preferidos en el cine). Acá tenemos a un científico que, en su obsesión por el desarrollo tecnológico, fusiona su cuerpo con una mosca... qué idea asquerosa y genial. La grotesca transformación puede ser una metáfora del miedo al cuerpo, al envejecimiento y a perder el yo, o sencillamente es la transformación de un humano a mosca. En el cine no todo tiene por qué ser siempre profundo y tener capas y muchas interpretaciones. El análisis que hagan queda bajo su responsabilidad.

No se tomen a la ligera la narrativa jaguar, es un llamado que mueve emociones, y les aseguro que estas son las que nos llevan la mayor parte del tiempo a tomar las decisiones que tomamos. Recuerden que, entre ser jaguares y ser ciudadanos responsables, vigilantes, activos y con obligaciones, es más agradable ser jaguares. #QueAlguienMeDigaDondeEstáMiJaguarInterior

Cierro con dos recomendaciones más. Primero, vayan a ver a los cines este fin de semana El Baño del Diablo (está en casi todos los cines, hecho rarísimo siendo una película independiente austriaca), se presenta en los pósters y en el título como una película de terror pero no lo es (supongo que fue una estrategia de marketing), es más una historia sobre la tristeza, la depresión y la absoluta dureza de algunas vidas. Sí, hay violencia y hay imágenes muy sangrientas, pero no es una película de terror, no hay elementos sobrenaturales de ningún tipo, es una película sobre la maldad que puede existir en los humanos. Segundo, vean Adolescencia en Netflix, me la recomendaron propios y extraños, y sí, es una maravilla de mini serie que nos cuenta por medio de planos secuencia que duran todo el capítulo (falsos pero geniales) el drama de un asesinato de una adolescente cometido por uno de sus compañeros del colegio.

Eso fue todo por esta semana, muchas gracias por leerme y hasta el próximo capítulo.